Sugerencias del Gourmet/ Dése gusto con el Gusto

AutorG.L. Othón

"No lo toques con la mano, tócalo con un palito porque es un animal bendito", así recuerdo haber aprendido de niño este dicho, aunque sospecho que la última palabra de este antiguo dicho es precisamente la contraria.

Sin embargo, he de decir que como tengo familia muy cercana de origen poblano, este último no deja de ser sino uno más de tantos dichos mexicanos que se aprenden en una época de la vida, como también se aprenden tantas otras, como por ejemplo a comer y disfrutar ciertos platillos especiales.

Así pues, movido un poco por el recuerdo de tantos viajes a la bonita ciudad de Puebla, y consciente de que estamos en la mejor época para comer chiles en nogada, nos enfilamos al único lugar en la ciudad que los ofrece. Se trata del restaurante El Gusto de Puebla, un lugar que abrió sus puertas hace 40 años en la colonia Anáhuac, cuando el señor Juan Morales Ortiz quiso ofrecer a los regiomontanos las delicias que se preparan en su tierra.

Ahora, y desde 1976, es su hijo Juan Carlos Morales Ríos quien se encuentra al frente de este restaurante que, además de los platillos más representativos de la cocina poblana, también nos ofrece algunos otros de la cocina internacional y carnes asadas.

La construcción en donde se encuentra El Gusto de Puebla se encuentra justo en la esquina de la avenida Universidad con Lope de Vega, y es bastante grande como para llamar la atención de quienes por ahí circulan, aunque necesita un anuncio más llamativo para que no se pierda entre tantas otras edificaciones como bancos, hoteles y de más.

El área de comedor, sin embargo no es tan grande como se ve desde afuera, y aunque los meseros lucen impecables con su traje tipo charro (sin saco, claro), los muebles ya se ven viejos y a las sillas ya les urge un cambio. Cabe mencionar que el servicio es impecable, pues los capitanes son muy atentos y no descuidan para nada a la clientela.

Tienen unas buenas y variadas botanas de las que pedimos los champiñones a la selva negra gratinados (55 pesos), que es un original platillo con champiñones empanizados bañados en salsa de cuitlacoche y horneados con queso, muy sabroso para taquear; también pedimos los tuétanos (36 pesos) preparados muy a la mexicana, al carbón y con su pico de gallo, ¡buenos para el colesterol!

Claro que también ofrecen unas cuantas ensaladas, pero como nuestra intención era probar lo netamente poblano, las brincamos olímpicamente al igual que las cremas y sopas, hasta llegar directamente a las...

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