Suegras y nueras: cuando hay tensión

AutorMariana Montes

Tal vez tienen títulos y usan coronas, pero los miembros de la realeza tampoco están exentos de las complejas dinámicas que se tejen entre dos figuras básicas de una familia: la suegra y la nuera.

Y es que el video que se hizo viral donde la Reina Letizia de España impide que sus hijas sean fotografiadas con su abuela, la Reina Emérita Sofía, se ha convertido en un ejemplo mundial de las tensiones que a veces se generan con la familia política.

No se puede juzgar la situación de la familia real española a partir de este video porque se desconocen los pormenores y las raíces del desacuerdo, señala el psiquiatra Héctor González Vargas.

No obstante, la incómoda situación permite explorar los problemas que pueden existir con la mamá de la pareja.

El mito de la suegra metiche puede existir en la mente del colectivo, pero es una imagen que no se debe generalizar, aclara el psicoterapeuta José Sánchez Pérez. Es decir, es factible ver y tener una convivencia sana con la familia política.

Los también especialistas en terapia de parejas explican por qué la relación entre la nuera y la suegra puede a veces convertirse en un punto de tensión y brindan consejos para mejorar este lazo y ahorrarse conflictos.

RELACIÓN DISFUNCIONAL

Es cierto que las suegras pueden interferir en el día a día de la familia, ya sea imponiendo su opinión en la educación de los hijos o en la vida del matrimonio, coinciden los expertos.

"Los temas del dinero pueden influir", apunta González Vargas.

"Si la mamá de la pareja tiene alguna influencia económica es posible que se sienta con derecho de interferir".

En esta dinámica también interviene la madurez de la misma suegra, su hijo y la esposa de éste, ahonda Sánchez Pérez.

"La indebida intromisión de los parientes políticos puede crear disfuncionalidad en el matrimonio porque se genera como un corto circuito en la relación", explica el psicoterapeuta.

"Ésta pierde calidad y vitalidad por esa interferencia".

El término "mamitis" se utiliza para describir un apego excesivo de un hijo con la mamá, reconocen los especialistas.

"Es una relación donde la progenitora ha resuelto las necesidades del hijo y éste ha crecido sin saber cómo vivir sin ella", define Sánchez Pérez.

"En esta clase de lazos, la mujer no permite o se le dificulta que su hijo vuele a otro nido, y ninguna chica le llenará el ojo como la nuera ideal".

Una vez más, advierte González Vargas, es importante aclarar que estos escenarios existen pero no son...

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