Suben crímenes contra menores

AutorÁngel Ramos y Dalia Gutiérrez

Cuando convivía con amigos de la infancia, el pasado 3 de enero, Armando Martínez Manzanares fue asesinado de tres balazos en la cabeza a sólo unos metros de su casa, en Guadalupe.

La muerte del estudiante de preparatoria, de 17 años, conmovió a su familia y vecinos en la Colonia Díaz Ordaz.

"Él quería estudiar, pensaba sacar su casa, era su anhelo", expresa su madre María Manzanares, "todo eso vienen y se lo arruinan, le arruinan sus planes. No sé, a veces me entra mucho coraje, que le arrebataran así todo".

Un altar con fotografías de "Pilluyo", como le decían a Armando, fue construido en el lugar donde sus asesinos lo atacaron.

Fue el primer menor de edad asesinado durante este año en Nuevo León. Ya van 30 víctimas como él, un 100 por ciento más que en el mismo periodo del 2018, cuando hubo 15, según datos de la Fiscalía General de Justicia.

La delincuencia y la violencia familiar son las dos principales causas de los homicidios contra niños y adolescentes.

Al menos 16 menores -la mayoría entre 14 y 17 años- fueron asesinados con arma de fuego, presuntamente por integrantes del crimen organizado.

En el caso de Armando, la carpeta de investigación de su homicidio indica que los agresores iban por unos vendedores de droga rivales, aunque su madre asegura que él era inocente.

Rafael Limones, experto de violencia de la organización Supera Joven, señaló que los agresores también suelen ser jóvenes o menores de edad.

"Las autoridades deben generar acciones urgentes para disminuir la escalada de violencia actual entre los jóvenes", demandó.

"El riesgo es que estos jóvenes que hoy tienen una edad entre 14 y 23 años, en el 2010 y 2011 fueron niñas o niños o adolescentes y estuvieron expuestos...

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