Sol y Sombra/ Sí a la exigencia, no a la agresión

AutorManuel Rivera

Qué tarde.

La experiencia vivida ayer por Eloy Cavazos en la Plaza México, de la que el suscrito no recuerda otra igual en más de tres décadas, da pie a varias reflexiones.

Primeramente cabe señalar que cuando una pretendida exigencia carece de fundamento se convierte, por decir lo menos, en necedad.

Fue realmente triste ver el rechazo de muchos aficionados al de Guadalupe, no por tratarse de la figura de un torero que a final de cuentas es un personaje público que se debe a los espectadores, sino por la irracional o borreguil actuación de muchos de ellos, que sin que mediara razón taurina alguna prácticamente cerraron los ojos y dejaron sin oportunidad al espada para que demostrara en el ruedo su capacidad o incapacidad.

Asumir que la razón está dada por mayoría es un insulto a esa mayoría. El público no siempre tiene la razón.

Pretender el reconocimiento de sapiencia rechazando a priori algo es irrefutable prueba de lo contrario.

La polémica, la división de opiniones y la diversidad de gustos son características propias y necesarias en todo espectáculo, mas repudiar antes de conocer es conducta más de irracionales o fanáticos que de aficionados o taurinos "istas".

Para la polémica.

Por otra parte, cabe cuestionar si la actitud de Eloy Cavazos ante las agresiones sufridas fue la correcta.

Como podrá usted saber, el de Guadalupe reaccionó a las actitudes...

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