Sergio Sarmiento / Tragedia ausente
| Autor | Sergio Sarmiento |
"Tragedia es un instrumento para que los vivos obtengan sabiduría, no una guía para la vida".
Robert F. Kennedy
El huracán "Patricia" no tuvo las consecuencias desastrosas que se esperaban. No hubo pérdida de vidas humanas.
Los daños materiales son significativos, pero lejos de los que se esperaban. La moderación del impacto es en parte producto de la suerte, pero también de una preparación adecuada.
Un triste comentario a la acrimonia actual en nuestro país es que algunos se lamentan de que los daños no fueron mayores. Querían un golpe brutal para la gente que se tradujera en otro para el Gobierno. Como la tragedia no tuvo lugar, hoy acusan a las autoridades de un complot o de alarmar.
En Twitter he recibido comentarios como: "Parece que todo fue una distracción" de @elkuino_ska, "Muy extraño diría yo" de @Lluis07, "Los medios sólo estaban aplicando la teoría del shock" de @LAPARRA_MS o "la publicidad de Peña Nieto grotescamente exagerada" de @GAVO2016.
La Agencia Proceso difundió el 24 de octubre la nota "El 'huracán mediático' de Peña Nieto" que cuestionaba un operativo de comunicación que "como nunca... abundó en detalles de la catástrofe" que venía.
Es verdad que el Gobierno ha aprendido las lecciones del pasado. En el caso de desastres naturales, la percepción de inmovilidad es políticamente desastrosa.
Es falso que Miguel de la Madrid se haya paralizado tras los terremotos de 1985. Tomó la decisión ética de permanecer en Los Pinos para no buscar protagonismo y no interferir con los trabajos de rescate. Sin embargo, generó la percepción de un Presidente inmovilizado.
Algo similar le ocurrió a George W. Bush en el 2005 con el huracán "Katrina" en Nueva Orleans. Su Gobierno dio la idea de haber hecho una inadecuada labor de prevención y de haber reaccionado después de forma tardía e ineficaz.
En contraste, Barack Obama hizo todo lo posible por mostrar presencia en medios cuando el huracán "Sandy" golpeó la costa nororiental de Estados Unidos en octubre del 2012.
Éste es el segundo huracán que pega a México con pérdidas relativamente menores. "Odile", de categoría 4 y vientos sostenidos de 215 kilómetros por hora, entró en Los Cabos y La Paz, Baja California Sur, en septiembre del 2014. Si bien generó daños superiores a los mil millones de dólares, sólo ocasionó dos muertes.
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