Sergio Sarmiento / Prisión preventiva

AutorSergio Sarmiento

"Es mejor arriesgar que se salve un culpable que condenar a un inocente".

Voltaire

El mismo nombre lo dice todo. La prisión preventiva no castiga a un culpable, sino a un sospechoso antes que un tribunal lo juzgue culpable. No se debería aplicar más que en casos extremos.

Muchos políticos, activistas y comentaristas, sin embargo, están molestos con el nuevo sistema penal acusatorio porque dicen que ha acortado la lista de delitos que obligan a aplicar la prisión preventiva. Según ellos, esta decisión ha provocado un aumento de los delitos.

Es difícil saber en realidad cuáles son las razones de esta alza, pero la impunidad y el recrudecimiento de las guerras entre grupos de narcotraficantes parecen ser las causas. Encarcelar a inocentes no revertirá la tendencia.

¿Por qué digo que encarcelar a inocentes? Porque en buena medida esto hace la prisión preventiva.

Pero empecemos por el principio. El nuevo sistema penal acusatorio no tiene nada que ver con la prisión preventiva.

La decisión de eliminarla para una serie de delitos es independiente y se tomó por una razón práctica, disminuir la sobresaturación de las cárceles mexicanas, y por otra ética, dejar de castigar antes de juzgar. Esta última es la más importante.

El ánimo de linchamiento que prevalece en nuestro País hace pensar que todo detenido es culpable. Pero la realidad es otra.

Mientras que en otros países se investiga para detener, en México, hasta ahora, se ha detenido para investigar. Con la prisión preventiva, esto ha hecho que primero se castigue y después se juzgue.

De manera paralela a la reforma del sistema penal se fortaleció la presunción de inocencia en nuestro País, la cual es garantizada por los artículos 18 y 19 de la Constitución, mientras que los procedimientos del sistema penal acusatorio se modificaron en el artículo 20.

En los países avanzados, como Estados Unidos, Canadá o los de Europa, la presunción de inocencia sigue siendo más fuerte que en México. Aun en casos de homicidio doloso se puede otorgar libertad bajo fianza.

Los jueces no están obligados a encarcelar a quien no ha sido encontrado culpable sólo porque se le acusa de un delito grave. El juez considera la peligrosidad del acusado antes de decidir si concede o no la fianza.

Miguel Ángel Mancera, Jefe...

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