Sergio Sarmiento / El PRI y la energía

AutorSergio Sarmiento

"Algunos cambian de partido para defender sus principios; otros de principios para defender su partido".

Winston Churchill

Es paradójico que para avanzar en materia energética México tenga que regresar a la legislación de 1938. El dogma del monopolio estatal es tan profundo que hay que regresar a la legislación que impulsó en su momento el Presidente Lázaro Cárdenas para permitir una mayor apertura de la industria petrolera.

El PRI, sin embargo, ha recibido una nueva revelación de los cielos en este tema. Después de ser los guardianes del dogma del monopolio, los priistas hoy quieren convertirse en misioneros de la apertura y la modernidad.

César Camacho, presidente del partido, defendía este fin de semana al instalar el Consejo Político Nacional la reforma energética del Presidente Enrique Peña Nieto: "La reforma energética que tendrá México por la acción política de ustedes, de todos nosotros, permitirá que baje el costo del gas y el precio que pagamos por la electricidad, que se generen más empleos y mejor pagados".

Tiene razón el presidente del PRI. Una reforma energética que permita una mayor inversión privada en el sector generaría una mayor oferta de gas y de petróleo crudo. También facilitaría a la Comisión Federal de Electricidad adquirir gas a precios más baratos. Esto daría una mayor competitividad a la industria mexicana, lo cual haría que se generaran, efectivamente, más empleos y mejor pagados.

Pero una vez más la paradoja. Las razones que hoy presenta Camacho para impulsar la apertura energética son las mismas que ya conocíamos cuando el PRI se opuso a la reforma propuesta primero por Vicente Fox y después por Felipe Calderón. El PRI mantenía entonces el dogma de que cualquier inversión privada en energía significaría una especie de violación a la virginidad de la tierra mexicana. Esta actitud religiosa o moralista la siguen manteniendo el PRD y otros partidos de izquierda.

La verdad es que la discusión no debería centrarse en dogmas. No deberíamos tener que recurrir a la legislación de Tata Lázaro para justificar una reforma que nos devuelve a la legislación que teníamos en 1938 o en 1940. La reforma debe buscar formas de generar más inversión que incremente la producción de hidrocarburos y...

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