Sergio Sarmiento / Juicios públicos

AutorSergio Sarmiento

"¿Por qué un juicio público? Porque es importante en una democracia que los ciudadanos tengan confianza en sus tribunales".

James H. Manahan

Un viejo principio legal internacional establece que las investigaciones deben ser privadas y los juicios públicos. En México, no obstante, ocurre exactamente lo contrario: las investigaciones se hacen públicas a fuerza de filtraciones y los juicios se tornan secretos a golpe de prohibiciones.

Hay buenas razones para respetar ese viejo principio legal. Las investigaciones deben ser privadas para no afectar la fama pública de sospechosos contra los cuales no hay pruebas y para no alertar a posibles responsables de delitos. Los juicios, en cambio, deben ser públicos porque ésta es la única manera de garantizar su limpieza e imparcialidad.

En México, sin embargo, estamos yendo en sentido contrario. Hasta hace algunos años había cierto acceso a los expedientes de nuestros juicios escritos (los cuales, por cierto, contrastan con los juicios orales de otros países). Los jueces podían abrir los expedientes de los juicios que llevaban, aun cuando esta facultad era discrecional. Un juez me decía recientemente que en el pasado solía entregar copias de expedientes interesantes a sus alumnos de derecho cuando sentía que podían ayudarlos a comprender mejor alguna sutileza legal.

Paradójicamente, la promulgación en el 2002 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental -cuyo propósito era abrir la información del Estado a la sociedad- sirvió de pretexto para que el Poder Judicial cerrara las puertas a la transparencia. La Judicatura Federal determinó que los expedientes de los juicios deberían mantenerse ocultos durante 12 años una vez que las sentencias causaran ejecutoria. Pero ni siquiera este absurdamente largo plazo fue suficiente para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que a fines del 2003 lo amplió a 36 años en ciertos casos. Con esta decisión se anula, para todo propósito práctico, el principio de los juicios públicos en nuestro país.

Algunos miembros del Poder Judicial afirman que la exigencia de abrir los juicios es producto de la testarudez de unos cuantos grupos de activistas. No se percatan de que la apertura es en realidad una condición indispensable para que la sociedad pueda tener certeza de la limpieza y equidad de los juicios. Si no se puede conocer el detalle de lo que ocurre en los juicios, y de los argumentos que justifican las sentencias, no hay forma...

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