Sergio Sarmiento / Grito de Dolores

AutorSergio Sarmiento

"¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Muera el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII!"

Palabras probables del grito de Dolores

Mucho nos dicen acerca de una nación sus mitos y héroes fundacionales. Rómulo y Remo, amamantados por una loba, constituyen el mito de inicio de una Roma que conquistaría todo el "mundo conocido". En México, uno de nuestros mitos fundacionales es un confuso "grito de Dolores" y su personaje protagónico, un cura llamado Miguel Hidalgo y Costilla.

No conocemos en realidad las palabras que pronunció el cura Hidalgo en esa madrugada del 16 de septiembre en el pueblo de Dolores, Guanajuato. Sabemos, sin embargo, que Hidalgo no hizo un llamado por la independencia de México. El movimiento que él encabezaba buscaba preservar la independencia de España frente a las tropas francesas de Napoleón Bonaparte. Hidalgo quería, es cierto, un mejor gobierno en la Nueva España, pero bajo una corona española restituida legítimamente a Fernando VII, quien la había asumido tras la abdicación de su padre Carlos IV con el motín de Aranjuez de 1808.

Hidalgo, nacido en Corralejo, Guanajuato, en 1753, era hijo de una acomodada familia de españoles. Miguel se hizo sacerdote; uno de sus hermanos, José María, fue militar y combatió la rebelión de Miguel.

Dotado de gran inteligencia, Hidalgo se distinguió como teólogo y por su conocimiento de las ideas de la Ilustración francesa, pero también por su vida disipada. Pese a ser sacerdote, tuvo cuando menos cinco hijos con tres mujeres: Manuela Ramos Pichardo, Josefa Quintana Castañón y Bibiana Lucero (http://familiahidalgopena.blogspot.com). La Inquisición lo enjuició en su juventud, pero no por sus ideas sino por faltas a la moral.

Las propiedades de su familia fueron expropiadas por el virrey José de Iturrigaray en 1807 para financiar las aventuras militares de Carlos IV. Manuel, el hermano menor de Hidalgo, perdió la razón y la vida en 1809 ante la expropiación de sus bienes.

Miguel se incorporó a la conspiración de Querétaro, en la que participaban el corregidor de esa ciudad, Miguel Domínguez; su esposa, la corregidora Josefa Ortiz de Domínguez; y los militares Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo. El grupo lo seleccionó como líder de una rebelión que debía comenzar el 1 de diciembre de 1810. Cuando la conspiración fue descubierta, Allende e Hidalgo optaron por adelantar el levantamiento, el cual se inició con el grito de Dolores en la madrugada del 16 de septiembre.

Hidalgo fue un líder...

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