Sergio Sarmiento / Las dos minas

AutorSergio Sarmiento

"Un ente moral es capaz de comparar sus acciones o motivos pasados y futuros, y de aprobar o desaprobarlos".

Charles Darwin

Quizá sea inevitable hacer una comparación entre el accidente de la mina San José de Atacama, Chile, en este 2010 y el de Pasta de Conchos de Coahuila, México, ocurrido en 2006. Pero la comparación, en todo caso, debe ser justa.

Sebastián Piñera, el Presidente derechista de Chile, estuvo presente en la boca de la mina durante unas 22 horas del operativo final de rescate. Con eso un Mandatario no sólo de derecha sino enormemente rico consiguió proyectar una imagen humana a la población chilena y al mundo. En Pasta de Conchos el entonces Presidente de México, Vicente Fox, nunca se presentó en la mina. Es verdad. Sin embargo, Piñera sólo llegó al lugar del accidente dos meses después de que éste ocurrió, y sólo cuando ya se había comprobado que los mineros estaban vivos y estaba todo listo para el operativo de rescate.

San José era una mina de cobre que sufrió el derrumbe de un muro, lo cual dejó atrapados a los mineros a más de 600 metros de profundidad. Aun así, pasaron varias semanas para determinar si los mineros estaban vivos. Pasta de Conchos, en contraste, era una mina de carbón saturada de gas metano. Los trabajos de rescate se llevaron a cabo en un ambiente explosivo de enorme riesgo para los rescatistas.

Todo el operativo de rescate en San José duró 69 días y costó entre 10 y 20 millones de dólares, según declaraciones del propio Presidente Piñeira. Dos terceras partes fueron pagadas por el Gobierno nacional; la otra tercera parte provino de aportaciones privadas. Las labores de rescate de Pasta de Conchos duraron de febrero de 2006 hasta noviembre de 2007, involucraron a más de 300 personas y tuvieron un costo de más de 40 millones de dólares, según declaraciones en octubre de 2007 de Enrique Valverde, director de ayuda humanitaria de Industrial Minera México. El costo fue sufragado completamente por la empresa minera.

Los rescatistas de Atacama tuvieron que enfrentar enormes retos técnicos para alcanzar a los 33 mineros sepultados a más de 600 metros de profundidad, pero no había riesgo para los rescatistas. Los mineros fueron ubicados y se determinó...

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