Sergio Sarmiento / Dictadura del spot

AutorSergio Sarmiento

"¿Qué defienden: el país del spot y los ratings o el derecho de los ciudadanos a obtener información que sirva para orientar sus decisiones?"

Guadalupe Acosta Naranjo, PRD

En el debate del 11 de septiembre sobre la reforma electoral, la Senadora del PRI María de los Ángeles Moreno afirmó que con la nueva legislación se eliminaría la cultura del spot y se promoverían campañas de más fondo. Ya no se discriminará -dijo- a candidatos por ser feos o por tener mala voz.

El 12 de septiembre, Alejandro González Yáñez del PT aseveró que la nueva ley impedirá la "espotización" de la política; el sistema anterior no "ofertaba (sic) ideas", sino que convertía a los candidatos en meros "productos de mercadotecnia política". La nueva legislación, dijo, privilegiará el debate de altura y el intercambio de ideas.

Tan atractivo resultó el concepto que lo adoptó el diario La Jornada, que ayer editorializó en su cabeza principal: "Sepulta el Senado la dictadura de los espots". La verdad, sin embargo, es que la reforma le está dando rango constitucional a la dictadura del spot.

Quizá los senadores no leyeron la iniciativa, como el año pasado cuando Pablo Gómez y los diputados del PRD reconocieron que no leyeron la Ley de Radio y Televisión que aprobaron por unanimidad. Pero quienquiera que se tome la molestia de examinar las enmiendas verá que éstas no sólo promueven, sino que obligan a la "espotización". Una de las mayores víctimas de la nueva ley será el debate de las ideas.

El que los partidos no paguen a los medios electrónicos por los tiempos de propaganda política no va a elevar el nivel de la propaganda. Los partidos y candidatos en campaña tendrán que compartir de 2 a 3 minutos por hora de forma gratuita, pero en ese espacio sólo podrán ofrecer spots.

Si quieren tocar temas de fondo, no podrán contratar tiempos más prolongados, como lo hizo Andrés Manuel López Obrador en la campaña del 2006. El entonces candidato perredista compraba media hora diaria en TV Azteca y contrató, además, tiempos largos de medios para explicar en detalle sus propuestas económicas y sociales. Hoy esa opción queda constitucionalmente cancelada. Los 2 a 3 minutos por hora que se arrebatarán a los medios no vuelven inevitable la "espotización".

Peor aún. En la campaña del 2006 los análisis y debates a fondo se llevaron a cabo en programas de las barras de opinión de las televisoras, como "Zona abierta", de Héctor Aguilar Camín y "Tercer grado", de Televisa, o "La entrevista con...

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