Sergio Sarmiento / Conflicto de interés

AutorSergio Sarmiento

"Hace muchos años había algo

que se llamaba conflicto de interés.

Me temo que ya no. Hoy todos

nos bañamos en el mismo río".

Gore Vidal

Muy poca gente entiende qué es un conflicto de interés. No es un delito que deba sancionarse con cárcel o destitución, sino una situación laboral, personal, profesional, familiar o de negocios que puede afectar el desempeño imparcial de un servidor público. Un conflicto de interés no se castiga, se transparenta.

Esto no lo entendió la Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, cuando pidió la renuncia del presidente de la Comisión Reguladora de Energía, Guillermo García Alcocer, porque un cuñado y un primo de su esposa trabajan en empresas del sector energético.

Los conflictos de interés son inevitables, sobre todo si se establece que un pariente en cuarto grado puede generarlo. Pero si es verdad que García Alcocer se abstuvo de participar en las decisiones sobre empresas reguladas en las que participaba algún pariente, el funcionario ha cumplido con la ley.

El abogado del Sindicato de Trabajadores de la UAM, en huelga, es Arturo Alcalde, padre de la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, cuya dependencia está mediando en la negociación.

Esto también es un conflicto de interés. Pero no hay por qué pedir la renuncia de la Secretaria del Trabajo. Lo que debe hacer es transparentar el conflicto de interés y abstenerse de tomar decisiones que puedan favorecer a los representados de su padre. Hacerlo ya no sería un conflicto de interés, sino tráfico de influencias, y esto sí es un delito.

Tampoco Virgilio Andrade, cuando era Secretario de la Función Pública, entendió el concepto al emitir un dictamen sobre la Casa Blanca adquirida por la esposa del entonces Presidente Enrique Peña Nieto. "Las relaciones personales no están prohibidas", declaró Andrade. "El conflicto de interés no se materializa con la amistad".

El entonces funcionario sostuvo que no hubo conflicto de interés porque no se demostró una "materialización de beneficios". Pero por supuesto que sí lo hay cuando la esposa de un Presidente adquiere una casa a crédito de un contratista gubernamental que no vende vivienda.

Quizá no haya habido delito, si la...

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