Sergio Sarmiento / Camila retenida

AutorSergio Sarmiento

"Los adultos nunca entienden nada por sí mismos, y es cansado para los niños tener siempre que explicarles las cosas".

Antoine de Saint-Exupéry

Camila tiene apenas 6 años de edad. Pero este Día del Niño lo pasará "retenida". Ése es el castigo para la pequeña por haberse dejado secuestrar por su padre, Alejandro, y porque la mamá, Doramy, presentó una demanda contra el padre por esta sustracción ilegal.

Hoy la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México ha ordenado que se efectúe un dictamen psicológico sobre la niña para determinar a cuál de los dos se le permitirá quedarse con ella.

Dicen los políticos que las leyes están hechas para proteger a los niños. La historia de la pequeña Camila demuestra que lo que defienden las leyes, las procuradurías y los jueces son los procedimientos burocráticos.

Camila nació de una relación entre dos chicos muy jóvenes. Nunca se planteó la posibilidad de un matrimonio, pero los chicos empezaron a vivir juntos. La relación se desvaneció en poco tiempo. Doramy se hizo cargo de su hija con amor y dedicación. El padre nunca se preocupó. No pagó los gastos del parto y casi ningún otro.

Sin embargo, la madre de Alejandro, con el apoyo de un buen despacho de abogados, le quitó la niña a Doramy. Sin recursos, esta joven mamá le pidió a un amigo abogado que la representara, pero éste no hizo nada. El juez decretó que la niña debía quedarse con el papá y además ordenó que Doramy pagara manutención: 300 pesos al mes.

Alejandro era muy joven para realmente ser padre de tiempo completo. De hecho, se pasaba días enteros sin ver a la niña. Quien realmente ambicionaba quedarse con la pequeña era la abuela paterna.

Con el apoyo de unos amigos, Doramy buscó un despacho profesional de abogados para recuperar a la niña y después de un tiempo logró que se le devolviera. El juez ordenó que Camila permaneciera con su mamá entre semana y los fines de semana con su padre, o para ser más precisos con la abuela paterna, ya que Alejandro, como cualquier joven, dedicaba los fines de semana a ocupaciones más divertidas. Alejandro estaba obligado además a pagar una pensión a la mamá y a cubrir los gastos de escuela de la niña, cosa que nunca hizo.

Al parecer azuzado por su madre, Alejandro secuestró a la niña. Una vez más...

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