Sergio Sarmiento/ Representación proporcional

AutorSergio Sarmiento

Se supone que los legisladores son representantes directos de los ciudadanos. Los electores los escogemos y los deberíamos poder castigar negándoles el voto en el futuro.

En otros países Félix Salgado Macedonio habría destruido su carrera política por el escándalo en que se vio involucrado el pasado sábado 2 de septiembre, o quizá desde antes por otros hechos que ha protagonizado con anterioridad. Pero en México las cosas son diferentes.

En nuestro país no existe una verdadera relación entre el voto de los ciudadanos y los legisladores en lo individual. La enorme mayoría de los electores que eligieron a Salgado Macedonio como Diputado este pasado 2 de julio ni siquiera sabían que estaban escogiendo al Diputado Costales, al organizador de bloqueos de carreteras, al senador motociclista o al legislador que amenaza públicamente a sus compañeros de Cámara. El nombre de Salgado se encontraba simplemente en una lista de candidatos plurinominales que casi nadie se tomó la molestia de leer.

Los ciudadanos votaron por el PRD, por el partido, pero no sabían a quién estaban escogiendo en lo individual. En el futuro tampoco podrán castigar a Salgado por los actos que éste ha cometido o que pueda realizar.

En nuestro sistema político, en el cual no existe la reelección de los miembros del Congreso, los ciudadanos no pueden protestar por las acciones de un legislador de la manera en que a éstos les duele más: negándoles la posibilidad de repetir en un cargo público o de ocupar otro.

Salgado será mantenido en su curul los próximos tres años debido al fuero del que goza. Después no tendrá que enfrentar una reelección que constituya, como en otros países, un referéndum sobre su trabajo. De hecho, lo más probable es que su partido simplemente lo vuelva a colocar en el 2003 en una lista plurinominal que le permita gozar de manera automática de otro período en el Congreso sin que los electores se den cuenta de por quién están votando.

Nuestro país debe considerar un cambio de reglas que permita que los legisladores representen realmente a los ciudadanos y que éstos puedan castigarlos o premiarlos por su desempeño.

Una de las medidas que habría que considerar es la reelección de legisladores. Esto es conveniente por varias razones. Una de ellas sería fortalecer al Poder Legislativo frente a un Ejecutivo que siempre ha tenido un...

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