Sergio Sarmiento/ Un nuevo Bush

AutorSergio Sarmiento

"Vota por el hombre que prometa menos cosas: él será el que menos nos decepcione".

Bernard Baruch

Mañana George W. Bush prestará juramento como el Presidente 43 de los Estados Unidos. Desde que Rutherford Hayes asumió la Presidencia de ese país en 1877, nadie había accedido a la Casa Blanca tras un proceso electoral tan cuestionado.

Bush se convierte en Presidente no sólo sin haber conseguido la mayoría en el voto popular estadounidense, sino en una situación en la que parece muy probable que, de haberse completado el recuento de los votos de la Florida, habría perdido también la decisión del Colegio Electoral y, por lo tanto, la Presidencia.

No deja de sorprender que, en tales circunstancias, los políticos y la población estadounidenses hayan tomado esta transición con tanta filosofía. El propio vicepresidente saliente, Al Gore, rival de Bush en la elección, aceptó públicamente el resultado oficial y le deseó suerte al tejano después de que una decisión sospechosamente partidista de la Suprema Corte de Justicia suspendió el recuento manual de votos en la Florida.

Esto nos demuestra, en opinión de Rafael Fernández de Castro, director de la revista Foreign Affairs en español, el respeto que los estadounidenses le tienen a sus instituciones electorales... aun cuando sus deficiencias se vuelvan claras.

Bush no sólo asume la Presidencia tras una elección manchada en su legitimidad sino que lo hace ante una legislatura dividida. El nuevo Senado cuenta con 50 demócratas y 50 republicanos. El voto decisivo, si es que alguna vez se vuelve necesario, lo tendrá que ejercer el vicepresidente Dick Cheney.

En la Cámara de Representantes los republicanos tienen una pequeña mayoría de cinco escaños sobre un total de 435, pero ésta puede desvanecerse con facilidad en un sistema en que la disciplina de los partidos es débil.

Ante la falta de un mandato claro de los electores, Bush debió haber tratado de construir un gobierno amplio con representación no sólo de sus correligionarios republicanos sino también de demócratas y de personas sin afiliación partidista. Pero el gabinete de Bush tiene un fuerte sabor no sólo republicano sino conservador.

Quizá la designación más aplaudida de Bush ha sido la del General retirado Colin Powell como Secretario de Estado. Powell es la primera persona de raza negra en ocupar este cargo. Fue jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas estadounidenses durante la Guerra del Golfo Pérsico.

De ideología conservadora...

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