Sergio Muñoz Bata/ Miopes maniobras de Aznar

AutorSergio Muñoz Bata

Entre las grandes sorpresas que ha traído el empecinado esfuerzo bélico de George W. Bush contra Iraq, destaca el incondicional apoyo que el Jefe del Gobierno español, José María Aznar, le ha ofrecido.

Sorprende porque evidencia el desprecio que Aznar siente por la opinión de la gente en España. Más de siete de cada diez españoles están en contra de la guerra. Asombra porque enfrenta a una potencia europea media, España, contra las dos grandes potencias continentales, Francia y Alemania. Finalmente, desconcierta por su miopía política y conmueve un poco por su ingenuidad.

"España", dice Aznar, "debe jugar en la primera división". Menos deportivo, Pío Cabanillas, quien fungiera como Ministro en el gabinete de Aznar, lo dice más claro: "Ya somos uno de los grandes".

Es decir, Aznar cree que España ha dejado de ser una potencia media y que por ello debería pertenecer al club más exclusivo del mundo, el G-8, el grupo de los 8 países más ricos del mundo. ¿Será verdad? ¿Estará España tan próspera y tan fortalecida militarmente como para lanzar semejante desafío al eje París-Berlín? ¿Puede en verdad España liderar al grupo de la "nueva" Europa y encabezar, apoyada en Estados Unidos, la revuelta contra los poderes establecidos?

Charles Kupchan, del Council on Foreign Affairs, y quien es uno de los más reconocidos expertos en el tema de la alianza transatlántica, piensa que la alianza española con Bush refleja el deseo de Aznar de boxear en una división fuera de su peso.

"Aparte de que puede salirle el tiro por la culata, cuando se aplaque la polvareda, España tendrá que reconocer que su voz en el concierto europeo se ha disminuido por dos razones poderosas. Aznar ha colocado a España contra Francia y Alemania, los dos grandes poderes políticos y económicos.

Pero sobre todo, se ha colocado contra la opinión pública europea que en abrumadora mayoría está en contra de la guerra. Además, se ha equivocado al apostarle al vínculo transatlántico para contrarrestar al eje París-Berlín. Que el vínculo de la...

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