Sergio Elías Gutiérrez/ Los Madrazo en el PRI

AutorSergio Elías Gutiérrez

Cuando el PRI tenía apenas 35 años -la mitad de su larga vida- se iniciaba en 1964 el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz. Vivía el partido el apogeo de su gloria; el milagro mexicano asombraba al mundo. La elección de ese año arrojó el 88.81 por ciento de los votos para el PRI y sólo el 10.97 para el PAN.

La larga época de estabilidad política con crecimiento económico trajo respeto internacional; el crecimiento de servicios sociales, como educación y salud, hacían que parecieran innecesarios los cambios en el sistema político.

La democracia no aparecía en la agenda de nadie, mucho menos en el ámbito oficial. Las oposiciones eran débiles y en cierto modo leales.

Bajo esas condiciones, en 1964 fue designado Presidente del PRI Carlos A. Madrazo, llamado por uno de sus biógrafos como "la voz postrera de la revolución".

Madrazo llega a la Presidencia del PRI el 7 de diciembre de 1964, tres semanas antes de que terminara su periodo como Gobernador de Tabasco, y una semana después del arribo de Díaz Ordaz. En su discurso inicial planteó que un partido político no tenía como "única finalidad estar pendiente de los actos electorales", y que el partido, entonces invencible, requería reformas profundas como la de romper su simbiosis con el gobierno.

Según narra López Obrador, en su afán renovador del PRI Madrazo se centró en despojar a los gobernadores del mando del partido en sus estados. Pronto definió los campos de acción del partido y del gobierno: " Cada uno tiene funciones que le son específicas, y no deben confundirse. El partido no es el gobierno, ni debe ir a la zaga, sino a la vanguardia de la idea, aglutinando esperanzas, encontrando caminos, señalando rumbos".

Meses después, en junio de 1965, Madrazo había renovado por consulta a las bases mil 700 de los comités municipales, el 70 por ciento. Para no dejar lugar a dudas, tomó protesta a los mismos en una asamblea simbólica.

Posteriormente se enfrentó a Alfonso Martínez Domínguez, quien como líder de los diputados del PRI promovía la reelección de los legisladores. Luego vino la disputa con Leopoldo Sánchez Celis, Gobernador de Sinaloa, a propósito de la designación de los presidentes municipales en ese estado.

El 25 de noviembre de 1965, antes de cumplir un año al frente del partido, presentó su renuncia a la Presidencia. Una caricatura en la portada de la revista Siempre! lo mostraba en el suelo, como un niño vestido de marinerito destrozando un muñeco con las siglas del PRI. Eso anunciaba el...

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