Sergio Sarmiento/ Chiapas

AutorSergio Sarmiento

"Toda revolución postula un futuro... que es también un regreso".

Octavio Paz

Con una unanimidad aplastante, las encuestas de opinión señalan que el candidato de la oposición unida, Pablo Salazar, ganará la elección al Gobierno del Estado de Chiapas de este 20 de agosto por un amplio margen. Si bien los sondeos ya demostraron en los comicios federales del pasado 2 de julio que no son infalibles, sería una sorpresa muy grande si Salazar no obtuviera la victoria.

De alguna manera, un triunfo del candidato de la Oposición sería el resultado más sano para el país este próximo 20 de agosto. Chiapas es uno de los estados más conflictivos de la Federación. Una de las asignaturas pendientes más importantes del actual sexenio, la cual en realidad proviene del gobierno anterior, es el conflicto del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Si el candidato del PRI, Sami David, triunfa en la elección del próximo domingo, a pesar de que es un político que se considera del ala progresista del PRI y de que colabora en el periódico La Jornada, se dirá que ha ganado debido al apoyo del Gobernador Roberto Albores y del ala dinosáurica del partido. Este triunfo serviría de excusa para que el subcomandante Marcos afirmara que el cambio político no ha llegado a Chiapas y se negara, por lo tanto, a aceptar un arreglo político a su rebelión en los próximos seis años.

La situación será mucho más compleja, sin embargo, si el oposicionista Pablo Salazar gana la elección. Si bien él, como Sami David, procede del PRI (de hecho, es hasta el día de hoy Senador con licencia por ese partido), Salazar ha hecho su campaña sobre la base de que le dará al subcomandante Marcos y al EZLN todo lo que éstos han pedido. El propósito de estas concesiones sería lograr la paz definitiva en Chiapas. Pero el problema es si los zapatistas estarán contentos con lo que pueda otorgarles Salazar o el próximo gobierno de la República que estará encabezado por Vicente Fox.

El subcomandante Marcos ha mantenido durante casi siete años una supuesta rebelión -la cual ha sido en buena medida incruenta pero ha mantenido una enorme influencia en los medios de comunicación nacionales y extranjeros- iniciada con el propósito de derrocar al ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.

Durante la campaña presidencial de 1994 el cuestionamiento se trasladó al "candidato oficial" Luis Donaldo Colosio, a quien el subcomandante consideró originalmente como un títere de Salinas. Tras el asesinato de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR