Sergio Aguayo Quezada / El tercer árbitro

AutorSergio Aguayo Quezada

¿Cómo fue que construimos la polarización que está carcomiendo el tejido social? ¿Cómo encontrar la salida del callejón de los rencores y las incertidumbres? En lo inmediato, la mejor oportunidad la brinda el recuento de los votos.

Estar "polarizado" es ignorar los argumentos del "otro", porque atendiéndolos se incrementa el nivel de ansiedad; en lugar de escuchar al "otro" se hace lo posible por aniquilarlo. Esta mutilación de la realidad siempre es una obra colectiva; en el México actual el "cállate, chachalaca" de López Obrador es equivalente a la categorización como "peligro para México" hecha por Calderón. Como argumentaré más adelante, si la polarización política se propagó tan rápido y sus consecuencias son tan peligrosas, es porque nuestra sociedad ya estaba infectada de otras formas de intolerancia que impiden reconocer la enorme variedad de nuestros abanicos ideológicos.

Buena parte del problema radica en que el País perdió a dos de sus mediadores más importantes. El Presidente fue empequeñeciéndose cuando dejó de gobernar para todos los mexicanos, y se dedicó a hacer campaña en contra de uno y a favor del otro, y todavía ahora sigue enganchado en una espiral de descalificaciones con López Obrador, y a cinco meses de abandonar el cargo se ve imposible que modere su talante rijoso.

El árbitro electoral por excelencia, el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), en lugar de lograr consensos los fractura. Quienes desean darle carpetazo a la elección tratan al Consejo como un beato que se desliza por la espesa atmósfera capitalina desperdigando olores de santidad; quienes consideran que la elección está abierta perciben al Consejo como encarnación demoniaca del fraude. Es indudable que la mayor parte del IFE funcionó admirablemente, pero los "errores y omisiones" (accidentales y/o deliberados) de los nueve consejeros dieron un golpe durísimo a su credibilidad ante una de las partes en conflicto.

El tercer mediador, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE), enfrenta un reto extraordinariamente difícil porque deberá decidir si busca alguna fórmula legal para aceptar la exigencia de la izquierda de realizar un conteo voto por voto. Aun suponiendo que tienen la voluntad para hacerlo están condicionados por la calidad de las impugnaciones presentadas por el PRD que, confiado en su victoria, parece haberse preparado insuficientemente para el litigio legal; y en esta batalla prevalecerán los...

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