Separarse, un acto necesario

AutorAlicia Ortiz

Una de las cosas más difíciles de hacer en la vida es la separación de aquello que amamos. Y eso, para los bebés que han estado estrechamente unidos a su fuente de vida, sus padres, sobre todo con su mamá, puede resultar complicado e, incluso, traumático, si no se hace con cariño, con el cuidado necesario para que papás e hijos entiendan y vivan la separación como algo que puede llevar a una unión fuerte y duradera.

Cada etapa, cada ciclo de la vida, tiene condiciones particulares, y lo importante es ir haciendo pequeños movimientos de separación, de independencia, e irlos acompañando de actitudes que fortalezcan la autoestima de los pequeños, afirma la psicoterapeuta Alina Wasongarz, quien destaca que para que los niños puedan crecer fuertes, autónomos, con sentimiento de seguridad y una alta autoestima, es necesario que aprendan a estar solos, pero no como abandono, con angustia, sino bien, tranquilos, con la certeza de que han estado acompañados y debidamente atendidos durante su vida.

El parto, afirma la especialista, es la primera gran separación en la vida del bebé y puede ser un muy buen arranque, o bien, desde ahí puede haber una serie de problemas que, en caso de presentarse, son perfectamente superables, siempre que se tome conciencia de ello. Ahí se inicia una etapa que es fundamental para todo ser humano: el primer año de vida, durante el cual se crea la confianza básica -o la desconfianza e inseguridad que acompañará a cada persona hasta que es adulta.

Tiempo de "mamitis"

La Dra. Alicia Robledo Galván, pediatraneonatóloga, afirma que es hasta los 6 S 7 meses cuando el bebé se da cuenta de que "l y su mamá son dos personas diferentes, y es cuando se presenta la primera crisis de angustia por la separación, por esa repentina conciencia de su individualidad que provoca lo que comúnmente llamamos "mamitis": ese soltar el llanto amargo cada vez que perdemos de vista a mamá y se nos deja con personas que parecen extrañas.

En esta etapa, dice Robledo Galván, es fundamental que la mamá transmita al bebé un sentido de tranquilidad, confianza, seguridad y optimismo. Si es necesario que lo lleve a la guardería, ella debe ser la primera convencida de que el niño va a estar bien. De otra forma, sus temores, aunque pretenda encubrirlos, serán percibidos por el pequeño, quien los sentirá como una angustia permanente y reavivando problemas que ya había superado, como dificultades para dormir o una extrema irritabilidad sin causas orgánicas que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR