El segundo milagro

AutorDaniel de la Fuente

Se llama Mario Antonio Sepúlveda Espinace, pero en Chile le dicen "Súper Mario".

A él, por haber sido el segundo en ser rescatado tras un derrumbe que los sepultó 69 días el año pasado a él y a 32 mineros en un yacimiento de cobre, a 722 metros de profundidad, le gusta que le llamen "El segundo milagro".

Este hombre de 40 años no es nada solemne. Su imagen de líder carismático dio la vuelta al mundo cuando se dio a conocer un video grabado el 26 de agosto por ellos mismos, 21 días después del derrumbe, donde Mario la hacía de guía en un recorrido esperando su rescate.

Apenas el 22 de agosto, los mineros habían dado su primera señal de vida al enviar aquel conmovedor mensaje escrito en letra roja en un papel por otro atrapado, José Ojeda: "Estamos bien en el refugio los 33".

En el video, realizado a través de una sonda que les hicieron llegar del exterior, un escuálido y barbado Mario, sin camisa y con casco rojo, describió las áreas de comida, juegos de mesa y descanso de él y sus compañeros, y les hizo preguntas a fin de que relatasen cómo se encontraban y enviaran saludos.

Mediante una ejemplar operación de rescate, que consistió en enviar la cápsula Fénix 2 por cada uno de los 33 a través de un tiro de ventilación, Mario fue el segundo en ser rescatado de la mina San José hacia las 1:12 horas del 13 de octubre del 2010.

Tras el minero Florencio Ávalos, Mario salió abrazando a su esposa, Elvira Valdivia, y a otros, a quienes repartió piedras de la mina. También gritó bromas y encabezó una porra. Allá iba, pues, el hombre que en las entrañas de la tierra chilena bailó cueca, danza típica; izó la bandera de su país y le dio a éste un mensaje de amor.

"Tuve suerte", repitió el jueves durante una visita a Monterrey, invitado como conferencista a un evento de una bebida energizante. Dijo que aquellas expresiones le salieron naturales.

Ha sido éste su episodio más duro, afirma, y eso que ha vivido difíciles. Mario dice haber repasado esos momentos, junto a lo sufrido 69 días en la mina, durante los 16 minutos que duró a ojos cerrados su ascenso en el Fénix 2.

Y al contarlo uno siente que, en verdad, lo de la mina San José no es el primer suceso del que Mario sobrevive.

Viste bermudas de mezclilla, tenis y playera con el logotipo de la empresa que lo ha invitado a dar una conferencia.

De pelo a rapa, barba de candado y facciones afiladas, luce una barriga en vísperas de cumplir el primer año del rescate. Su voz es rasposa y aguda, acentuado el...

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