El sedán que faltaba

AutorDavid Loji

Fotos: Fidel Lumbreras

Durante años, Mazda había visto desde las gradas la batalla campal de los sedanes de entrada en donde no tenía un competidor que se tirara al ruedo... pero eso ya cambió.

La respuesta para la marca siempre estuvo debajo de sus narices. Todo era cuestión de darle una manita de gato al Mazda2 Hatchback y agregarle una cajuela. Y con ello no sólo ganó espacio y longitud, sino que también le dio una línea formal.

El segmento de sedanes subcompactos tiene tantos modelos que Mazda tenía que distinguirse de alguna manera y apostó por capitalizar su manejo divertido.

Su mecánica usa componentes simples pero resistentes como eje trasero de viga y suspensión delantera McPherson con una puesta a punto que permite un manejo ágil con reflejos rápidos.

Con sus 106 caballos de fuerza, éste es un auto diseñado para ser eficiente en el uso diario y que logra un rendimiento de 13 kilómetros por litro en tráfico intenso.

Sin embargo, además de ser un auto rendidor, muestra carácter al conducirlo y puede volver divertidos los recorridos más mundanos. Su motor de 1.5 litros es muy vivaz y con el menor toque del acelerador envía la aguja del tacómetro a la zona roja.

La transmisión es otra buena noticia para quienes disfrutan aún la conducción, pues es una automática de seis cambios en lugar de CVT. Si bien es cierto que las CVT son más eficientes, su funcionamiento puede ser un tanto aburrido.

El interior tiene un diseño limpio y moderno. En su mayoría hace uso de plástico duro, pero tiene acabados en color contrastante y con costuras genuinas en el centro del tablero y paneles de puertas además de descansabrazos.

Nuestra unidad de prueba presentaba algunos lujos extravagantes como Head Up Display, asientos delanteros calefaccionados y tapicería de piel y alcántara. Eso sí, sería bueno que contara con cámara de reversa o al menos sensores.

El sistema de infoentretenimiento tiene una pantalla central y se controla desde la consola mediante una serie de botones y una perilla. Le...

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