San Cadilla / Dominguero

Conocía a Tigres a la perfección

Hay personajes que trascienden más allá de la importancia que mucha gente le da al rol que desempeñan.

No es común que un utilero tenga la relevancia que alcanzó Perfecto González Guerra en Tigres.

Si hay alguien que puede contar la historia del club a la perfección ése es el famoso "Chóforo", quien falleció la semana pasada dejando atrás un montón de anécdotas y varias muestras de su personalidad.

Estuvo en las buenas, en las malas, en las mejores y en las peores.

Es una de esas historias que empiezan al azar, algunos lo llamarían que fue una cosa del destino que terminara como utilera del equipo, siendo que su sueño era jugar profesionalmente.

Su primer contacto con los Tigres se dio en 1967, cuando fue a probarse en los tiempos en los que el peruano Augusto Arrasco era el director técnico de los felinos que competían en Segunda División.

Quería ser el goleador de los auriazules, pero ese lugar era de Jesús "Triquis" Morales.

Entonces, un vecino suyo al que le apodaban "La Pera" le pidió que le ayudara, porque batallaba con el sobrepeso. Y así, con el tiempo, se quedó con el puesto...

Hacía de todo

A sus 33 años, el "Chóforo" era el utilero indiscutible del primer equipo de los Tigres. O sea, estuvo presente en varios "primeros" en la historia del club.

En la primera temporada del equipo en Primera División, en el primer título de Copa y en el primer campeonato de Liga.

Perfecto no nada más se dedicaba a tener listos los uniformes o a preparar lo que se iba a utilizar en la cancha durante el entrenamiento. Cuando llegaba la hora del partido, el señor González Guerra podía hacer de todo.

Ya les conté de cuando paraba los partidos por órdenes de Miloc y no los suspendían porque daba otro nombre e igual de las bebidas que le preparaba Tomás Boy y Gerónimo Barbadillo después de los partidos.

Pero a veces hasta de "auxiliar técnico" la hacía.

Cuando el entrenador en turno estaba suspendido y veía los partidos desde un palco, varias veces era el "Chóforo" el que recibía las indicaciones y las pasaba directamente a los jugadores.

Otras veces, también era el encargado de darles las malas noticias a los futbolistas.

Recuerdo un día que Edoardo Isella y Carlos Ochoa llegaron una hora tarde al entrenamiento en el Estadio Universitario ya en los tiempos de la primera gestión de Ricardo Ferretti. Cuando llegaron al vestidor...

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