San Cadilla / Dominguero

BIEN POR EL CHAMACO

Una pregunta

Antes de pasar al tema dominguero, tengo una pregunta: ¿Qué vino a hacer Rafael Márquez con su esposa a la Ciudad?

Sí, el Kaiser de Michoacán, el defensa del Verona de Italia, campeón de Europa y España con el Barcelona y de Francia con el Mónaco, de la Copa Oro con el Tri y subcampeón con el Atlas llegó a ayer a las 15:15 horas en un vuelo de Aeroméxico procedente del DF.

¿A qué vino?, es pregunta.

Con Tigres está 100 por ciento descartado y no con esto les quiero decir que con Rayados ya esté. Es más, no tengo ni idea si viene o no con ellos, pero tampoco lo tiro por la borda.

Igual y pronto escucharemos de él. Si es así es sólo por el lado de La Pandilla.

PD. El Flash ya desapareció.

Del 1 al 5

Por más que algunos quisieron hacer una novela del caso Damm, asegurando que se iba a tener que retachar a Pachuca e iban a tener que volver Burbano y Hugo Rodríguez, todo terminó en final feliz para el chamaco.

Ya les expliqué con peras y manzanas cómo había sido la negociación en el Draft entre Tigres y Tuzos y les adelanté que no iba a pasar nada, que Jürgen se iba a quedar y así fue.

También muchos andaban preocupados por el dinero como si fuera suyo. Ni al propio Damm se le veía tan inquieto allá en la Riviera Maya donde los Tigres realizan la pretemporada.

Si el segundo jugador más rápido del mundo en la cancha es muy acelerado, en el escritorio no lo fue, y no se dejó picudear, se plantó con tranquilidad y exigió lo que le tocaba.

Le ofrecieron un millón y dijo no, dos y lo mismo, hasta que llegaron a los 5 meloncitos (¡eeepa!) que pedía y hasta le dieron feria de más.

Ojalá que esa picudez que mostró ante el presidente del Pachuca, Jesús Martínez, se vea en la cancha también ante los rivales y no vaya a ser como un canterano de Tigres que era casi igual de rápido, pero las piernitas se le ponían como las de Bambi cuando sentía que venía el leñazo.

Se tiran la pelotita

Ya después de darle lo que le tocaba a Damm, Jesús Martínez salió a decir que si el representante Eduardo Hernández mareó al chamaco, que si los medios inflamos el precio del jugador, que si no costó tanto.

Lo cierto es que los únicos que confunden todo, porque así les conviene, son ellos. Nadie se marearía ni pediría de más si los directivos fueran claros en lo que cuestan los jugadores.

Los directivos...

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