Salvador Galván Borja/ Pemex: Un esquema posible

AutorSalvador Galván Borja

La evaluación de las empresas tiene dos componentes: la eficiencia y la efectividad. La primera evalúa la forma en que se usan los recursos; la segunda, la forma en que obtienen resultados y cumplen sus objetivos, se considera que esta última es la más importante.

La efectividad de las empresas se evalúa mediante el análisis de dos vertientes que son la efectividad operativa y la efectividad económica. Con la primera se mide la forma en que se usan los recursos físicos que tiene disponibles en relación a los resultados que produce; la segunda hace lo mismo tomando como base los recursos económicos.

Una empresa efectiva

Hasta donde se conoce, Pemex es, en términos operativos, una empresa efectiva, en la producción, refinación y distribución de hidrocarburos. Sus resultados económicos no son consecuentes porque sus reglas de manejo económico son particulares y no similares a las empresas en las cuales el rendimiento del capital invertido es la base de su ser. Este es un aspecto relevante para las empresas públicas en todo el mundo.

Pemex no es efectiva en lo económico en virtud de que los precios son fijados para incentivar o desincentivar algunos aspectos económicos, o buscan objetivos sociales, y no de acuerdo a condiciones de mercado o de costos. Ademas, otorga servicios a sus trabajadores como parte de su función social.

La productividad en las empresas petroleras depende, en buena medida, de factores fuera del control de quienes en ella trabajan. La producción de crudo depende de la energía del yacimiento. Arabia Saudita produce 10 millones de barriles por día con 1 mil pozos; aquí producimos algo más de 3 millones con 6 mil pozos.

La productividad en la refinación depende de la calidad del crudo, de la tecnología y de parámetros de diseño como presión, temperatura y otros, y no de las habilidades de los responsables de la operación de las plantas.

La sobrepoblación de la empresa obedece a la necesidad de disponer de personal capacitado para atender las necesidades derivadas de su importante programa de expansión de operaciones. Su planta de personal está compuesta por los más disímbolos puestos de trabajo y no es fácil encontrar, en el mercado laboral, a los especialistas que se requieren desde la exploración y perforación en el mar y tierra, hasta el transporte marítimo en la flota de gran porte.

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