Saltan en casa

AutorFernando Vanegas

Volvió a rugir el Estadio Universitario, porque los Tigres ganaron su primer partido como locales en el Torneo Clausura 2019.

Y rugió de nuevo impulsado por un gol de André-Pierre Gignac, quien volvió a definir un partido para que su legado siga creciendo así como su cuota histórica de goles en el club.

Los felinos le ganaron al Santos y sumaron tres puntos que los ponen a la par de los Rayados, Atlas y Necaxa, en ese selecto club formado por los mejores de la Liga MX.

Después de cosechar puntos lejos de casa, el equipo dirigido por Ricardo Ferretti se repuso de la derrota de hace 15 días contra el Cruz Azul como local para recuperar la calma.

Y Gignac llegó a 97 goles en partidos oficiales con los felinos y está solo a cinco de Tomás Boy, quien parece tener los días contados como el máximo goleador histórico del club.

La victoria tiene un sabor especial por todo esto y porque enfrente estaba Jonathan Orozco.

Jona se fue de la Ciudad hace más de dos años, pero aunque no juega más en el acérrimo rival de los Tigres, cada que vuelve al Uni tiene trato de "clásico" adversario.

Se percibe que así lo viven los que están en la tribuna y también los que están en el campo.

Otras veces, Orozco se ha interpuesto en el camino de Tigres, eso no ocurrió anoche.

El Santos no entró en el molde en el que Ricardo Ferretti ha encasillado a todos los equipos que los visitan. Santos no se encerró, no le cedió la pelota a Tigres y sí lo atacó.

Pero los felinos golpearon cuando tuvieron la oportunidad y no necesariamente cuando la crearon.

Luego de pedir a gritos por una oportunidad, Enner Valencia fue titular y marcó el 1-0 antes de que se cumpliera el cuarto de hora de partido.

Pese a estar en desventaja, los laguneros no se salieron de su idea, metieron a Tigres en su cancha y eventualmente alcanzaron el empate antes del descanso.

Fue en un momento en el que los auriazules "se quedaron sin portero", un instante en el que Nahuel Guzmán perdió la concentración, no vio un disparo lejano de Julio Furch o simplemente reaccionó tarde. Lo cierto es que su distracción le costó el gol a su equipo.

Pudo haber un grito de alerta en el vestidor, porque los Tigres que saltaron al segundo tiempo lo hicieron para adueñarse del partido y no poner en riesgo otro juego en casa.

Lo que hayan hablado tuvo un efecto inmediato, porque en cuestión de minutos Luis Quiñones, el héroe en Toluca, le puso medio gol a Gignac y marcó el 2-1 con la cabeza.

Y volvió ese Tigres que marea a...

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