Rosaura Barahona/ Replanteamientos

AutorRosaura Barahona

La semana pasada los medios de comunicación nos informaron de la reunión del G-8. Los países más ricos del mundo se reunieron para discutir cuestiones de supervivencia dicen ellos que para los países en vías de desarrollo pero, la verdad, es que el agua ya les llegó al cuello y no se quieren ahogar.

Al regresar a Europa después de 29 años descubrimos que si bien el idioma de cada país manda en letreros y lo cotidiano, en cualquier sitio se escuchan los idiomas más diversos hablados por personas con un físico que, tradicionalmente, no correspondía a esa lengua. Una pareja de asiáticos habla alemán, mientras unos rubios altísimos hablan español con un acento cubano al que nada más le falta la maraca; un par de negros elegantes hablan japonés con su -supongo- socio visitante; los típicos gringos hablan francés y unos chaparros que parecían paisanos resultaron suecos y hablaban como en las películas de Bergman. Las apariencias engañan hoy más que nunca y no debemos olvidarlo.

Las fronteras empezaron a difuminarse hace años pero nosotros no estábamos tan conscientes de ello hasta que llegamos al aeropuerto de París y nos encontramos con que no había ni migración ni aduana. Tomamos las maletas y salimos como si estuviéramos en casa: no nos pidieron ni pasaporte, ni formas de entrada y salida, ni nos preguntaron cuánto tiempo pasaríamos aquí. Batallamos más para ir a Corpus Christie que para entrar a Francia. En España, quienes tienen un pasaporte de la Comunidad Europea entran sin tocar baranda pero los demás debemos cumplir con ciertos pasos burocráticos aunque sean sencillos.

El G-8 emitió una declaración conjunta en la que resaltaban puntos muy importantes: a) establecer estrategias concretas y urgentes para que los países subdesarrollados tengan las mismas oportunidades que los países ricos en cuanto a tecnología de la información y digitalización, de manera que eso no se convierta en un factor más para agudizar las diferencias entre ricos y pobres; b) buscar estándares internacionales para todos los sistemas educativos; c) establecer programas que permitan a los gobiernos, las organizaciones internacionales, la industria y los ciudadanos fortalecer su alianza para luchar contra las enfermedades infecciosas, en particular el sida y la tuberculosis, y d) generar el libre comercio que robustezca las economías de los países en crisis y así se reduzca el número de inmigrantes, sobre todo ilegales, que llegan a los países desarrollados en busca de...

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