Rosaura Barahona/ El peligro de la indefinición

AutorRosaura Barahona

Una de las cosas por las cuales critiqué a Fox durante su campaña fue por los discursos hechos a la medida del auditorio en turno. Nunca definió su posición ideológica. Hoy en día todavía se puede distinguir quién de sus asesores le armó el discurso o le dijo que opinara de tal o cual modo en equis situación.

Eso es válido. No hay todólogos en este mundo y el haber sufrido a quienes creían serlo nos ha costado mucho dinero, tiempo y esfuerzo a todos los mexicanos, de manera que aunque Fox no me simpatice, me tranquiliza saber que Aguilar Zinser, Castañeda y un equipo de especialistas lo acompañan a todos lados y lo asesoran en cuanto al significado y a las necesidades del periodo de transición.

Sin embargo, Fox debe definir su posición ideológica. Ya no puede seguir con sus declaraciones absurdas. Claro, esto no es sencillo porque la izquierda y la derecha han dejado de existir como tales, de manera que ahora el centro está de moda. Pero decir centro-izquierda o centro-derecha dice poco.

Los chavitos no se acuerdan porque todavía no andaban por acá pero tuvimos un Presidente muy carismático y conquistador, Adolfo López Mateos (a quien el pueblo le puso Adolfo López Paseos porque se la pasó de un lado a otro durante su sexenio). Durante su Presidencia, la izquierda y la derecha estaban entonces muy definidas Sus respectivos proyectos económicos y sociales no sólo eran diferentes sino antagónicos. En una de tantas que se le pidió a López Mateos definir ideológicamente su posición y por lo tanto la de su Gobierno (entonces los otros dos poderes eran ornamentales), dijo que era "de izquierda atinada". Imagínese usted la que se armó.

Recuerdo que mi maestro Pedro Reyes Velázquez, que entonces escribía "Aventura y Escarmiento" le pegó una choteada de aquéllas y a todos nos dio mucho miedo porque entonces no se podía hablar (o, por lo menos eso creíamos muchos mexicanos) tan abiertamente sobre el rey en turno. En clases le comentamos algo al respecto y nos dijo: "A ver, nosotros trabajamos en función del lenguaje, vamos a analizar qué quiere decir izquierda atinada". Claro, empezamos a ver qué significa atinar y qué desatinar. Luego lo pasamos al plano ideológico y bueno, ya se imaginará usted que terminamos todos de acuerdo: aquello era un eufemismo porque López Mateos no se atrevía a decir que su Gobierno tendía a la izquierda. La expresión quedó como un enunciado ambiguo y como parte del folclor político nacional (que da para mucho).

Entiendo...

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