Rosaura Barahona/ Los guerrilleros de Cristo Rey

AutorRosaura Barahona

Si usted busca "España" en Internet y después "Guerrilleros de Cristo Rey", será remitido a referencias de diversa índole. Hay alguna página, con fotos y todo, elaborada por los alumnos de un curso de historia contemporánea de Madrid de la Universidad Complutense y, supongo, es el resultado final del trabajo que supervisa Enrique Otero Carvajal, titular de la materia.

El concepto me encantó. Los alumnos trabajan sobre el material del programa, seleccionan y escriben para los cibernautas lo que consideren esencial dentro del tema que han escogido. Hay muchas referencias o ligas con información adicional, además de una amplia bibliografía.

Pero bueno, lo anterior es un comentario de la profesora que vive en mí y me resulta ineludible mencionarlo aunque no esté directamente relacionado con el contenido de este artículo.

El capítulo de "Los guerrilleros de Cristo Rey" se ubica en la década del 70, principalmente en Madrid. Ya he hablado de ellos pero hoy quiero detenerme un poco más en su papel y en su significado; representaron uno de los intentos más importantes por impedir el proceso democratizador de un país cuyo dictador ya iba de salida.

El lector recuerda que la Guerra Civil española (1936-1939) enfrentó a los republicanos (de tendencias socialistas) con los nacionalistas (conservadores). Bajo cada una de esas etiquetas había (era explicable y esperable), muchos grupos y tendencias, varios de ellos radicales.

Los republicanos, perdedores de la guerra, tenían el apoyo de la Internacional Socialista. A los nacionales, ganadores, los apoyaron los nazis, los fascistas, los militares y la Iglesia católica.

(Cuando el hombre llegó a la luna, en España decían que los astronautas habían encontrado allá un campamento español y preguntaron cómo habían logrado tal hazaña. Los españoles respondieron: "Fue muy fácil: pusimos un cura en los hombros de un militar, luego otro cura y otro militar y así hasta la luna; nos sobraron tantos que ya vamos rumbo a Plutón".)

Así como Ronald Reagan fue acusado de comunista por los ultraderechistas de Estados Unidos, así Franco, con todo el rigor y la crueldad de que hizo gala durante sus casi 40 años en el poder, a veces fue acusado de débil o de excesivamente tolerante.

Si México trae latente lo bronco, la luz de España siempre está acotada por esa negrura a la que la historia debe algunos capítulos que nunca debieron haberse escrito.

Franco sabía que quien lo sucediera no podría ya mantener al país aislado. Al...

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