Rosaura Barahona/ Una carta interesante

AutorRosaura Barahona

De vez en cuando cito fragmentos de algún mensaje (siempre con autorización del autor) y uso su nombre o no, según sus deseos. La mayoría prefiere el anonimato. Este es uno de esos casos. La señora nos escribió a varios editorialistas hace algunos días y su carta resulta muy interesante en estos momentos:

"Yo tengo dos hijos concebidos in vitro. Para lograr el primero, mi esposo y yo tuvimos que trasladarnos por una larga temporada a Estados Unidos; aquí esa tecnología era todavía muy incipiente. Fue un esfuerzo enorme en lo económico, físico y laboral, y mi esposo arriesgó su trabajo porque se negaban a darle un permiso tan largo aun sin goce de sueldo. Por fin lo logró cuando la esposa del jefe lo convenció de lo humano del permiso. En lo económico, vendimos el departamentito que habíamos comprado durante nuestro noviazgo porque como profesionistas no teníamos dinero y nuestras familias tampoco, aunque ya que teníamos tres meses en Estados Unidos, hicieron una colecta y nos mandaron como regalo de Navidad lo que nos permitió permanecer la última etapa del tratamiento allá.

"No la quiero aburrir con nuestra odisea. Nada más déjeme decirle que mi esposo y yo nos sometimos a cuanto examen imaginable había en ese momento con tal de tener un hijo. Y cuando el médico nos dijo que tal vez (porque nunca nos lo aseguraron) podíamos lograrlo in vitro, no lo dudamos. Ambos somos católicos y lo consultamos con un sacerdote local que nos dijo que eso iba en contra de la Iglesia. Mi esposo le dijo que también los anticonceptivos y que la gente los usa. Después de pensarlo mucho, nos decidimos que para nosotros era más importante un hijo que la Iglesia y nos fuimos a Houston. Y nunca nos hemos arrepentido, porque al llegar al hospital hablamos con el sacerdote de allá que lleva la comunión a los enfermos católicos y nos dijo que no había ningún problema. Que Dios comprendería la condición positiva de nuestro deseo, y la mejor prueba de que El no se oponía era que había puesto las cosas de tal manera que nos permitía estar ahí.

"Créame, no es nada sencillo. Varias parejas tuvimos éxito pero otras no. Hubo momentos en los que uno de los dos flaqueó y hubo un instante en que ambos decidimos abandonarlo todo. El médico nos pidió que nos diéramos una oportunidad más y aceptamos, y el resultado fue positivo. Fue un embarazo de alto riesgo y los cuidados fueron muchos, pero le garantizo que al ver a la niña que nos pusieron en los brazos todavía sin limpiar...

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