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Rosaura Barahona / Un remedo de alternancia

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Vincent
AutorRosaura Barahona

Hace tres años, cuando el PRI recuperó muchas de las posiciones locales y nacionales perdidas en el 2000 frente al PAN, dijimos que los ciudadanos habían castigado a Fox y al PAN por no cumplir las promesas ni las expectativas de sus seguidores.

Hoy debemos repetirlo, pero a la inversa. Decir a los priistas, a nivel local, estatal y nacional que el electorado los está castigando, de nuevo, porque no aprenden y continúan preocupados sólo por su bienestar personal y partidista. La multidimensional y multifacética corrupción, el cinismo, las medias verdades y la opacidad de muchas de sus acciones echaron por la borda, en apenas 36 meses, lo recuperado con tanto esfuerzo.

A muchos ciudadanos preocupa, sin embargo, que votar pueda convertirse en algo como caminar en una banda sin avanzar. ¿Limitaremos nuestra democracia a permitir que los partidos alternen sus ineptitudes y mentiras cada tres años? ¿Nos sentiremos satisfechos al castigar a uno y otro en cada elección?

Sería absurdo, costoso e inútil. ¿Será democrático premiar a los chapulines interesados en un puesto de elección popular (diputado, senador, alcalde o gobernador) sólo para permitir que lo abandonen e inicien su precampaña para alcanzar otro más prometedor?

La alternancia evita que un partido siente sus reales en el poder y se enquiste en él para ocultar sus errores o corruptelas; pero alternar no significa limitarse a turnar corruptos o ineptos cada tres años. Por eso necesitamos políticos que aprendan de sus errores y trabajen en beneficio de los electores, sean o no de su color.

Si a Mauricio Fernández le afectó la trayectoria de Canales como gobernador, a Abel le afectó la sordera de Nati y su equipo ante las quejas ciudadanas. Canales se montó en el "Atirantado" y Nati en el Metro elevado; uno y otro pagaron las consecuencias. Tal vez ninguno podía dar marcha atrás a esos proyectos, pero su manera de manejar las cosas no fue la mejor.

Los partidos políticos deberían estrenar algo útil y necesario para personas e instituciones: la capacidad de autocrítica honesta y descarnada. Si la practicaran al analizar estas elecciones desde diferentes perspectivas, descubrirían cosas muy interesantes.

El PAN debe volver a sus ideales originales y aceptar que los ricos apoderados del partido lo han dañado mucho. Y si ya olvidaron...

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