Rosaura Barahona / Don Samuel

AutorRosaura Barahona

Por la red llegaron mensajes de muchos amigos compartiendo la tristeza por la muerte de don Samuel Ruiz, personaje excepcional, significativo y polémico, cuyas enseñanzas y congruencia deben ser lecciones perdurables para muchos de nosotros.

Don Samuel seguirá siendo polémico porque siempre se coció aparte. Día a día confirmó sus convicciones humanas y religiosas, heredadas de un Cristo que le pidió (como a todos los cristianos) acercarse a los pobres, a los desamparados, a los abandonados y a los olvidados. Y lo hizo a pesar de todos los pesares, que fueron muchos.

A don Samuel se le respetaba y admiraba o se le detestaba y acusaba de todo. Pero él nadó en esas aguas, tranquilas o voraces, y siguió su camino un día tras otro hasta que se los acabó.

La realidad mexicana está integrada por muchos grupos sociales, económicos, culturales y religiosos que parecen (y, en muchos casos, son) planetas distintos.

En estos tiempos se habla con frecuencia de cómo esa pluralidad y esa diversidad nos enriquecen pero en México ambas cosas, vistas a través de los procesos históricos, no llevan a una homogeneidad enriquecida, sino a la desigualdad, al clasismo, a la discriminación, al racismo, a la injusticia y a la explotación social de los más débiles. Nuestros indígenas sufren, en cualquier sitio, todo eso.

Por un lado, hay un México que a la voz de "más vale ponerse colorado una vez y no pálido muchas", ha deseado bombardear las zonas indígenas, sobre todo Chiapas, "para acabar de una vez por todas con esos nacos que nunca llegarán al Primer Mundo y, por lo mismo, mantienen atrasado al País".

Pero hay otro México, representado por don Samuel, que respeta las culturas ancestrales de esos grupos, entiende la explotación a la que han sido sometidos desde la Conquista, comprende la imagen que de ellos tienen los capitalistas y, sobre todo, los neoliberales; conocen el aislamiento en que viven y saben de sus anhelos y formas de vida distintas a las nuestras, pero no por eso peores.

Esas dos posiciones se reflejan en la división de la Iglesia católica mexicana: por un lado, hay muchos sacerdotes (aunque son una minoría) que trabajan para y con los pobres; por otro, numerosos jerarcas y religiosos católicos decidieron, hace años, acercarse a los ricos y convivir con ellos para convencerlos de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR