Rosaura Barahona / Cambio de modelo
| Autor | Rosaura Barahona |
El lunes pasado leímos en la sección Vida! que la Universidad Regiomontana (UERRE) cambió el mobiliario de dos de sus espacios educativos para que sirvan de estudio y de convivencia al mismo tiempo.
La UR espera terminar su proceso de cambio para el 2016, según explicó Ángel Casán, Rector y Presidente del Consejo, quien señaló que el Tec también había presentado ya su Modelo Educativo Tec 21 (lo puede buscar en la red).
En los nuevos espacios educativos no hay pupitres ni un pizarrón pegado a la pared ni el escritorio del maestro al frente; hay sillones de colores vivos, mesas de ping pong, taburetes y pizarrones con ruedas, mesas de distintos tamaños para trabajar en pareja, en grupos pequeños o grandes y otras cosas que algunos jamás hubiésemos imaginado ahí.
Se ha cambiado el mobiliario porque se busca estar más a tono con la manera de ser de los alumnos de hoy: inquietos, digitalizados, rebosantes de información (no toda comprendida ni asimilada), reyes de las redes sociales y con ganas de imponer una forma de vida nueva que muchos adultos desconocemos o no entendemos.
No es crítica, es un mero enunciado descriptivo.
Varios lectores me preguntaron cómo va a funcionar ese estudio/convivencia y qué es un cambio de modelo educativo.
No sé cómo vaya a funcionar, pero espero que funcione; sin embargo, cambiar el mobiliario de las aulas o áreas de interacción de un colegio o universidad no es cambiar el modelo educativo.
De hecho, "soltar" a los chavos para que ellos investiguen lo que les interese dentro de un mismo curso y aula puede resultar caótico, si el maestro no ha establecido con claridad objetivos y normas que permitan autoevaluaciones, coevaluaciones y evaluaciones claras... a menos que tampoco se vaya a evaluar.
Decir "un cambio de modelo educativo" es fácil; lograrlo es un enorme reto: deberán cambiar, entre otras cosas, los planes de estudio, las estrategias de enseñanza y aprendizaje, el manejo de recursos, la manera de evaluar (o calificar), los horarios, pero sobre todo, la mentalidad de padres, alumnos, administradores y maestros.
Y ése es un proceso paulatino y lento que encuentra resistencia (abierta o silenciosa) por parte de casi todos, excepto de muchos estudiantes.
James E. Zull, en su libro "El Arte de Cambiar el Cerebro", dice: "Cuando aprendemos, cambiamos. A menudo el aprendizaje es paulatino y nosotros no notamos el cambio; otras...
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