Rompe Vaticano familias de curas 'descarriados'

AutorSanjuana Martínez/APRO

MADRID.- De cerca de 120 mil sacerdotes que han colgado los hábitos para casarse, unos 20 mil "han vuelto al redil" arropados por el apoyo económico del Vaticano que otorga pensiones vitalicias a las esposas e hijos de los curas "descarriados".

En efecto, el Vaticano otorga mensualmente entre 800 dólares a las esposas y 500 dólares a los hijos, siempre y cuando el sacerdote cumpla con la serie de requisitos que ha impuesto el Cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Sagrada Congregación para la Fe:

"Abandonar a la mujer con la que contrajo matrimonio, declarar públicamente su fidelidad a la doctrina de la Santa Iglesia y a la praxis eclesiástica del celibato, y manifestar obediencia al Papa Juan Pablo II".

El proceso para volver a la Iglesia es fácil para quienes se han secularizado de facto, sin pedir permiso a Roma: simplemente tienen que realizar un acto de abjuración. Fue el caso del Arzobispo de Lusaka, Emmanuel Milingo, casado con la coreana María Sung conforme a los ritos y costumbres de la secta Moon.

La abjuración es una retractación pública con carácter notarial, con la presencia de testigos que afirman que el sacerdote arrepentido declara nuevamente obediencia al Papa.

Sin embargo, los sacerdotes que al casarse pidieron permiso al Vaticano para convertirse en seglares -un trámite que puede durar muchos años- deben presentar una nueva solicitud para reincorporarse al clero.

Así lo explica Julio Pérez Pinillos, presidente de la Federación Internacional de Sacerdotes Católicos Casados, quien nunca pidió la secularización a Roma y sigue ejerciendo el ministerio directamente en las comunidades.

En entrevista, este sacerdote, casado hace 25 años y con tres hijas, denuncia "la simonía" (acción de negociar con bienes o cargos eclesiásticos) con la que trabaja el Vaticano para presionar a los sacerdotes casados para que vuelvan al redil.

Considera que el Vaticano elude el "problema de fondo: el celibato obligatorio, que es una ley no evangélica que debe ser modificada".

Los sacerdotes casados piensan que el celibato obligatorio viola sus más elementales derechos humanos. Por ello han constituido una Comisión de Derechos Humanos para delitos cometidos dentro de la Iglesia contra sacerdotes y monjas.

"Lo que sucede en este momento es muy grave. Esta comisión estudiará el reconocimiento de la paternidad de los hijos de los curas; la sexualidad no permitida como dice la libertad evangélica; los casos de teólogos que son castigados porque...

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