Rompe esquemas

AutorAdrián Basilio

Los Juegos Olímpicos de México 68 debían tener una identidad muy particular, que causara impacto y que luego fuera recordada.

Bajo esa percepción, el prestigiado arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, presidente del Comité Organizador, ideó el logotipo de los Juegos y transmitió su sentir a su equipo de colaboradores comandado por Eduardo Terrazas.

De acuerdo con informaciones de la época, que confirma Javier Ramírez Campuzano, hijo del arquitecto, Ramírez Vázquez encargó a su equipo un logotipo en el que se conjugaran el lugar, la fecha y el evento en una sola imagen, y así se creó un logo que incluyó la palabra México, el número 68 y los aros olímpicos.

Tras plasmar la idea, Ramírez Vázquez sugiere repetir el patrón como se hace en el arte huichol y así es como se pule el logotipo, cuya apariencia encaja en la corriente artística de esos años, denominada Op Art, arte visual basado en ilusiones ópticas que dan la impresión de movimiento o vibración.

Tanto el arte huichol como la corriente Op Art o arte óptico recurren a líneas paralelas, concéntricas, divergentes y convergentes, pero cada uno en su estilo y con significado diferente.

"Motivamos el interés público por la Olimpiada a través de una gran calidad de diseño de manera interna y externa", dijo Ramírez Vázquez a REFORMA en una entrevista en julio de 2005.

"Era muy importante mostrar una imagen...

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