Rogelio Ríos/ Carta al próximo Alcalde

AutorRogelio Ríos

Estimado Felipe:

Soy hijo de padre regiomontano y madre chiapaneca. Tengo el alma partida entre el norte y el sur, he conocido los dos Méxicos y bendigo mi suelo natal sureño. Pero mi corazón está bien avecindado en Monterrey, en donde he pasado la mayor parte de mi vida, tengo mi familia, un hijo que va a nacer aquí y descansan en paz mis padres. Soy regiomontano de corazón, no por accidente ni conveniencia.

Como mi historia hay miles y por ser un caso común te la cuento. Esta ciudad se fundó, padeció, creció y se desarrolló con inmigrantes, es una hazaña forjada en el desierto con el sudor de quienes aprendieron a querer una tierra distinta a la de su nacimiento y a sentir en ella su verdadero hogar. Por tanto, en la "tradición regiomontana" hay fundidas muchas tradiciones del resto de México y del mundo.

Todo lo que pasa en la ciudad me interesa y lo sufro o lo gozo como hijo de esta metrópoli. He visto la transformación de la tranquila ciudad de hace 26 años a la urbe gigantesca y desordenada que es ahora, un salto cualitativo para el cual quizá no estábamos debidamente preparados.

¿Quién iba a pensar en Monterrey como un gran centro financiero? ¿Alguien se imaginaba hace un cuarto de siglo que aquí sería la sede de empresas mexicanas que se convertirían en transnacionales? ¿Podría la más poderosa imaginación haber previsto la complejísima y diversa sociedad que somos ahora y que nos resistimos a reconocer?

Es muy grato escuchar comentarios elogiosos de nuestra ciudad en México y en el extranjero. Pero siendo ello motivo de orgullo, no debe movernos a la soberbia y la infatuación, por una sencilla razón: los problemas de crecimiento y convivencia en Monterrey son graves y tan grandes que rebasan los recursos de su autoridad municipal para solucionarlos en definitiva. El horizonte administrativo de una Alcaldía -incluso de una tan importante como la de la Sultana del norte- es insuficiente ante la magnitud del problema de satisfacer los requerimientos de nuestra comunidad.

La escasez y maluso del agua, la terrible vialidad que sufrimos, el abuso en que se han convertido los operativos antialcohólicos, la necesidad de regular los bares y establecimientos table dance, en fin, la lista es larga. Mucha gente se pregunta, ¿cómo es posible que los problemas hayan crecido a este nivel? La sucesión de alcaldes regios no ha dado resultados más que regulares en la gestión municipal, lo cual salta a la vista. La bola de nieve sigue creciendo y será...

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