Roberto Zamarripa / ¿Repetición?

AutorRoberto Zamarripa

Estados Unidos ya busca refugio para Nicolás Maduro. Quiere alojarlo en España para coronar las presiones internacionales que encabeza tras deponerlo del cargo y tratar de desmontar el régimen del chavismo venezolano.

"¿Entonces existe la posibilidad de que Maduro vaya a un país como España sin problemas con la justicia?", le preguntó Amanda Mars, reportera del periódico El País al veterano halcón estadounidense, Elliott Abrams.

"Bueno, no, hay varias consideraciones aquí. Una de ellas es España. Qué piensa el Gobierno español, qué quiere.

"Otra son las sanciones estadounidenses y las acusaciones. Algunos miembros del régimen son objeto de acusaciones y está el tribunal internacional de justicia.

"Si su principal preocupación es ésa, tendrán que ir a un lugar como Turquía o Rusia, creo, donde no los llevarán ante el tribunal internacional. Y en ese caso España no sería el lugar al que querrían ir, pero no estamos ahí aún".

El Canciller español, Josep Borrell, admitió hace unos días que Washington ha explorado con Madrid las posibilidades de abrirle alojamiento a Maduro en España.

La memoria es corta. Elliott Abrams fue subsecretario de Estado norteamericano entre 1981 y 1989 con Ronald Reagan.

Protagonista del escándalo Irangate o Irán-contras, una trama en la que el Gobierno estadounidense vendió armas al régimen iraní en la guerra contra Irak y ayudó con ello al financiamiento de grupos mercenarios irregulares, conocidos como Los Contras, que combatieron al régimen sandinista.

Las operaciones fueron ilícitas; estaban prohibidas por el Congreso estadounidense.

Al hacerse una investigación parlamentaria sobre dichas violaciones fue descubierto que en la trama habían participado agencias como la CIA y también había el financiamiento directo de grupos del narcotráfico de Colombia y México para los mercenarios nicaragüenses.

Los narcos inundaron EU de coca a cambio de apoyar Los Contras. Abrams lo sabía; lo alentó.

En enero pasado, simultáneamente al reconocimiento de Juan Guaidó como Presidente encargado de Venezuela, Washington nombró a Abrams como su delegado especial para arreglar el conflicto en Caracas.

De inmediato abrió su juego. Dijo que ya buscaba financiamiento para apoyar a Guaidó y deponer a Maduro.

Es cierto que la gestión estadounidense en apoyo a Guaidó desató una ola internacional...

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