Roberto Zamarripa/ 'Los Simpson'

AutorRoberto Zamarripa

Una oportunidad desperdiciada. Los imbricados intereses de las televisoras con el partido de gobierno frustraron la posibilidad de un debate abierto y profundo, que sentara precedentes en la política y en la vida de los medios electrónicos. La televisión ha sido más audaz en la producción de telenovelas o en los programas cómicos que en la apertura a lo político.

Un círculo perverso provoca que los protagonistas de las campañas electorales no levanten la voz por los abusos de los concesionarios. Hoy más que nunca los candidatos dependen de que las televisoras no les cierren los micrófonos y les transmitan sus spots propagandísticos. Por ello el silencio cómplice que dejó pasar las condicionantes absurdas de la CIRT para la transmisión de un debate en tiempos televisivos marginales. Los candidatos están a su merced y son rehenes de los monitores.

Los presidenciables acuden a su cita a no perder más que a ganar. Y ahora sí, a Labastida le resultará imposible dejar plantado a su auditorio. Ha pasado la campaña de ausencia en ausencia en los auditorios masivos de actos organizados por grupos ciudadanos, en una flotación que dibuja la grisura de su actividad proselitista.

¿Cuál puede ser la oferta de un candidato que ha anunciado su condición de mártir antes de subir al ring? Porque Labastida no ha perdido oportunidad para decir que este debate será una contienda de cinco contra uno. Si así fuera, el problema del tiempo realmente será inequitativo para el priísta. En ese escenario, veríamos en la televisión a un candidato que repele una primera cachetada de Fox y pide permiso a Mayté Noriega para contestarle a Camacho y le dirá al mismo tiempo "aguántame el corte" para poder contestarle a Cárdenas, en lo que ya recibió otro golpe de Porfirio y uno más de Rincón. Si a eso va Labastida, a recibir golpes, pues no parece un candidato preparado para ganar. Su estrategia de asumirse como víctima poco reditúa ante una urgente necesidad de firmeza, argumentación y claridad política. En su más reciente aparición en la televisión, en el noticiario nocturno de Joaquín López Dóriga, el candidato del PRI ensayó eternamente la sonrisa, tanto que manifestó una alegría forzada. Por el video eran reproducidos los chistoretes de Fox, los apelativos de chaparrito, la vacilada del banquito, y Labastida a cada corte aparecía sonriendo. Hubo un intento de vacunar a la teleaudiencia de las frivolidades foxistas, advirtiendo que el candidato del PRI era inmune a todo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR