Roberto Gómez Junco / Incomparable juego

AutorRoberto Gómez Junco

Resulta obvio decir que el futbol no tiene igual como deporte... ni como fenómeno social.

Un maravilloso juego que dentro de la cancha ofrece lo que ningún otro, y que fuera de ella provoca cosas que sólo pueden verse -en similar medida- cuando se trata de asuntos religiosos o de fenómenos musicales.

Ni siquiera el ámbito político, aunque en muchos casos debería, provoca entre la gente las reacciones que el futbol genera, para bien y para mal.

Y si en muchas ocasiones el futbol consigue lo que nada más, en el caso de la Champions League suelen ofrecerse jugadas, partidos e imágenes que solamente ahí adquieren tales dimensiones.

Es decir, que dentro de lo increíble que es el futbol, la Champions es otra cosa.

Hace una semana circuló por doquier aquella cinematográfica imagen de Cristiano Ronaldo saludando a un niño mientras tiene frente a él a otro y se escucha el himno de la Champions previo al partido de ida entre Ajax y Juventus.

Una conmovedora imagen que si alguien quisiera reproducir para el cine necesitaría de la dirección de Alfonso Cuarón y la aportación de tres o cuatro grandes actores.

Como si esa emotiva escena no fuera suficiente, una semana después pasamos, ahora con el Ajax como inconmensurable protagonista, a una de esas exhibiciones futbolísticas que ponen a este deporte por encima del resto.

Con un espectacular futbol que en esa ejemplar institución no se había desplegado desde la década de los setenta, pero que ya había sido exhibido en sus tres recientes actuaciones (dos ante el Real Madrid y la anterior ante la Juve), la escuadra holandesa se convirtió en un sorprendente pero también refrescante semifinalista de esta edición del...

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