Roberto Gómez Junco / Distintos escaparates

AutorRoberto Gómez Junco

La Selección Mexicana perdió ante la de Bielorrusia lo que había ganado ante la de Holanda.

Con un equipo completamente distinto al que hace una semana obtuvo en cancha holandesa una meritoria y resonante victoria, los tricolores perdieron ante un adversario de muy bajo nivel en el ámbito europeo.

Para fines prácticos, y aunque se rehúsen a llamarlas así, la que enfrentó el pasado miércoles al conjunto holandés es la "Selección A" y la que ayer jugó en Bielorrusia es la "Selección B" (a menos que la mayoría de los 23 que fueron a estos dos partidos amistosos conformen la "A" y con otros 23 empiece a formarse la "B").

Aparentemente, la mayoría de quienes formaron aquella "A" será la que encare en el 2015 la Copa Oro, y la "B" de ayer (pero sin los que juegan en Europa) podría conformar la base de quienes asistan a la Copa América unas semanas antes.

Por la zona futbolera a la que pertenecen (aquí nos tocó vivir y ahí les tocó jugar), los tricolores se verán obligados a darle preferencia al concakafkiano torneo, haciendo a un lado al de la Conmebol, claramente de mayor nivel futbolístico.

Obligados pero no tanto, porque más allá de las limitaciones reglamentarias de cara a la Copa América (si los respectivos equipos aceptan o no prestar a sus jugadores) bien podría encararse ésta con un equipo tan fuerte como el que se medirá en canchas estadounidenses con adversarios más débiles.

¿Qué pasaría, por...

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