Entre risas y regresos

AutorSalvador Cisneros

A la Academia siempre le ha gustado reconocer a los actores cómicos que dejan su zona de confort y protagonizan dramas, así como también a aquellos actores cuyas carreras van en caída libre y tras un buen papel tienen un regreso triunfal.

Los ejemplos más recientes son Steve Carell, comediante que protagoniza el drama Foxcatcher, y Michael Keaton, quien no había tenido un protagónico en los últimos cinco años hasta que Alejandro González Iñárritu le dio el papel estelar de Birdman o (la Inevitable Virtud de la Ignorancia).

Ellos dos ahora figuran al Óscar en la categoría de Mejor Actor, por lo que vale la pena recordar otros casos similares.

DE LA COMEDIA AL DRAMA

JONAH HILL

Ganó fama por comedias juveniles como Súper Cool (2007), Ligeramente Embarazada (2007) y Misión Rockstar, pero sorprendió dando vida a un graduado en economía de Yale que aplica su talento para los números a través del beisbol en El Juego de la Fortuna (2011),.

Ese papel le valió la nominación al Óscar como Mejor Actor de Reparto y le dio la posibilidad de ser tomado en cuenta en la cinta de Martin Scorsese, El Lobo de Wall Street (2013), por la que también fue nominado al Óscar en la misma categoría tras dar vida a un avaro corredor de bolsa.

ROBIN WILLIAMS

Empezó su carrera como cómico de stand up y eso le abrió las puertas como actor de comedias en Hollywood.

Buenos días, Vietnam (1987), una comedia sobre la guerra, le valió su primera nominación al Óscar. La Academia lo reconoció por primera vez como actor dramático al nominarlo por La Sociedad de los Poeta Muertos (1989) y después por un papel cómico nuevamente en Pescador de ilusiones (1991).

Sin embargo, fue su papel de un psicólogo atormentado que intenta ayudar a un problemático joven genio de las matemáticas en Mente Indomable (1997) lo que le valió el Óscar como Actor de Reparto.

JAMIE FOXX

También arrancó su carrera haciendo stand up y como comediante de televisión a principios de los 90 en los programas In Living Color y Roc.

Figuró en comedias de cuestionable calidad como Secuestro por Accidente (1999) o The Players Club (1998), pero su primera oportunidad para demostrar su rango histriónico fue en el drama deportivo Un Domingo Cualquiera (1999) y después tuvo un papel secundario en Ali (2001).

Finalmente ganó el Óscar como Mejor Actor por interpretar al músico Ray Charles en Ray (2004); cabe destacar que en esa misma edición también estuvo nominado como Actor de Reparto por su papel dramático de un...

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