Rinden honores en Bellas Artes a León-Portilla

AutorErika P. Bucio

MÉXICO. Hubo flor y canto en el adiós a Miguel León-Portilla (1926-2019), en el Palacio de Bellas Artes.

Ante el féretro del tlamatini, cubierto con las Banderas de México y la UNAM, la poeta Natalia Toledo dio voz, en zapoteco, a la pérdida: "Qué es la muerte / La muerte es mirar una isla / y no ver a tu padre". El poema llevó dedicatoria a su "hermana", Marisa León-Portilla, hija del historiador.

Por la puerta central entró el cortejo con los restos mortales del historiador, fallecido el martes a los 93 años. La "Marcha Dragona", con la banda de metales de Texcoco, acompañó su ascenso a la parte alta del vestíbulo.

A su paso, no hubo más que aplausos y voces de admiración de quienes formaron fila a largo de la alfombra roja que cubría la escalinata.

Tras el ataúd iba su viuda Ascensión Hernández Triviño del brazo de la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, portadora del abrazo enviado a la familia por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Luego, el Rector de la UNAM, Enrique Graue, y la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, cubrieron el féretro con el lábaro patrio y el símbolo de la UNAM. Tenía que ser así, León-Portilla siempre consideró a la Universidad como su segunda casa, donde formó a generaciones de historiadores y a la que dedicó 40 años.

Con la primera guardia, a la que se unieron Marisa, su hija, su yerno Gerardo Hierro y sus nietos, Miguel Diego y Fabio, el silencio se hizo en Bellas Artes. El retrato del autor de Visión de los vencidos, sonriente, atestiguaba la escena.

A nombre de la familia, habló Gerardo. Retomó las palabras de Clementina Díaz y de Ovando, amiga del filósofo e historiador, ya fallecida, quien compuso un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR