Reviven ilusiones tras la tormenta

AutorMarcela Corral

En el tejabán de la familia Retiz Zavala, José Marcos, el menor de la familia, se afana con un martillo y un desarmador en arreglar una vieja bicicleta.

De las pocas pertenencias que pudieron rescatarse, luego de las furiosas lluvias de octubre, el destartalado vehículo le servirá al pequeño de 9 años para llegar más rápido a la escuela o a la tienda por las tortillas para el almuerzo.

Los juegos infantiles de José Marcos ya no son los mismos de antes.

El futbol con los amigos o los carritos cambiaron por una pala, varillas y costales de cemento, aquí en la nueva vida que la familia encontró en Valle de los Naranjos, en Juárez.

Además de la escuela, hay que echar una mano en la casa de concreto que a pasos lentísimos edifican su abuelo y su papá, ayudante en un taller mecánico.

"La casa va muy despacio, sí nos han ayudado con material, pero no alcanza, nosotros tuvimos que comprar con mucho esfuerzo el mixto", cuenta Myrna Zavala, la madre de José Marcos y Azalia Marisol, la hermana mayor, toda una señorita de 13 años.

La nostalgia se le cuela en la voz cuando narra el episodio en que la familia, a causa de las lluvias de octubre, perdió su casa y todo lo que había en ella en la colonia La Reforma, en los límites de Guadalupe y Juárez.

El terreno otorgado a crédito por Fomerrey en este nuevo sector parece ser la tabla de salvación que para decenas de familias reubicadas representa una tregua en medio de la adversidad.

José Marcos no pierde la esperanza en estos tiempos difíciles que le han tocado vivir.

En este escenario en el que la escasez golpea en cada rincón de los hogares, sus ojos aún brillan cuando confiesa que para...

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