Reviven la agonía

AutorLuis López, Alan Valdez y Félix Barrón

El drama de la pasión y muerte de Jesús revivió ayer en las tradicionales representaciones del Viacrucis, que atestiguaron cientos de fieles católicos en el Parque Fundidora y en las calles de colonias populares de Monterrey.

PARQUE FUNDIDORA

Siguen miles su vía dolorosa

LUIS LÓPEZ

Los latigazos de los soldados romanos, las caídas y los gritos de "¡crucifíquenlo!" marcaron ayer a Carlos Padilla, quien encarnó a Jesucristo frente a miles de regios en el Gran Viacrucis de Monterrey, en el Parque Fundidora.

Desde el momento de su condena, escenificada en la Grúa Portal del recinto, hasta la crucifixión, en el Parque Acero, el regio de 35 años sufrió la Pasión de Cristo en la tradicional representación bíblica del Viernes Santo organizado por la Parroquia Santa Lucía.

Al final del ritual el vecino de la Colonia del Camino Real, quien acude a la Parroquia Jesús Nazareno, recibió atención médica ligera para recuperarse del cansancio de la personificación.

"Hubo un momento en que no aguantaba una rodilla y pensé que ya no la iba a librar, pero gracias a Dios tuve fuerzas para continuar", dijo Padilla al término del acto.

Cada vez conoce mejor el papel, pues éste es el cuarto año que interpreta a Jesucristo.

A Padilla lo acompañaron unas 120 personas que organizaron la escenificación, entre personajes principales como Poncio Pilato, María, Simón y Judas, y el reparto general de soldados y aldeanos que caminaron por las antiguas plantas industriales y sopladores del recinto.

A su vez, el público observó con atención la procesión y aprovechó para tomar fotos y videos del acto.

El Viacrucis fue presidido por el Padre Jacobo Salinas, vicario parroquial del templo de Santa Lucía, quien coordinó los oficios, y el Arzobispo Rogelio Cabrera López, quien antes del acto expresó al público la necesidad de negarse a uno mismo, como Jesucristo, para reconocer la grandeza propia.

"Parece una contradicción", dijo. "Te declaras pequeño, te declaras insignificante, porque hay quien te hace grande y te declara importante, pero es necesario este camino ascético de esfuerzo personal".

SANTA MARÍA GORETTI

Dura seis horas recorrido de dolor

ALAN VALDEZ

Entre el tumulto que era abrazado por los rayos del sol sobresalían la corona de espinas y la cruz en la que sería crucificado.

Un Jesús descalzo con el cuerpo enrojecido por los golpes y la cara derramando lágrimas conmovió ayer en el Viacrucis de cinco kilómetros que anualmente realiza la Parroquia Santa María Goretti.

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