Retratan lucha contra feminicidio
| Autor | Mariana Montes |
"Le he perdido el miedo a todo", afirma mirando a la cámara la activista social Marisela Escobedo.
"He enfrentado a quien se me ha puesto enfrente, y quiero que mi hija, donde quiera que esté, sepa que la amo y que no voy a dejar de luchar hasta que se le haga justicia".
Las palabras de esta madre chihuahuense ahora resuenan en Las Tres Muertes de Marisela Escobedo, documental disponible en Netflix desde el 14 de octubre y ahora posicionado en el Top 10 del servicio de streaming.
El filme muestra a la mujer perseverante, atravesando un calvario para capturar y llevar a prisión a Sergio Rafael Barraza, quien en el 2008 asesinó a su hija, Rubí Marisol, de 16 años. El criminal, quien después se une al narcotráfico, era la pareja de la adolescente.
Tanto el deceso de la joven como la puesta en libertad de aquel asesino confeso, inicialmente absuelto por jueces, representan dos muertes para Marisela.
La tercera llega el 16 de diciembre del 2010, cuando ya convertida en voz pública que demanda castigo para los agresores de mujeres, es ejecutada afuera del Palacio de Gobierno de Chihuahua, para vergüenza de las autoridades que le negaron justicia.
La película, dirigida por Carlos Pérez Osorio, se encarga de mostrar la ineptitud del sistema de justicia mexicano y visibiliza una penosa realidad aún vigente, coinciden especialistas en temas de género.
"Refleja una procuración de justicia negligente, omisa, laxa. Marisela desnuda a un tribunal vergonzoso, que nos habla de la impunidad de los delitos contra las mujeres", señala Irma Alma Ochoa, directora de Arthemisas por la Equidad, asociación que lucha contra la violencia hacia la población femenina.
La activista indica que las estadísticas son contundentes: Cada día se registran 10 feminicidios o muertes violentas de mujeres por razones de género en México.
El producto audiovisual provoca indignación y enojo, añade Paulina Millán, profesora del Departamento de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey.
Pero tras estas reacciones, señala, queda la esperanza de que el tema por el que tanto pugnaba la protagonista se visibilice cada vez más en la opinión pública.
CAMINO ABIERTO
Para Ochoa y Millán, la labor de Marisela se suma a la de otras activistas que han abierto brecha en la defensa del derecho de las mujeres a vivir sin violencia.
Así, su lucha plasmada en el documental se suma a la de Lorena Gutiérrez, Irinea Buendía, Esther Chávez, Norma Ledezma y Lucha Castro, entre otras.
Dicho...
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