Coordenadas/ Restaurar la confianza
| Autor | Enrique Quintana |
La recuperación de la confianza es el tema central con el que ayer arrancó la reunión de Davos, pero es un tema que es perfectamente trasladable a las condiciones concretas de México.
Comenzó ya la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos, y en ella se ha presentado como uno de los asuntos clave la reconstrucción de la confianza en las instituciones.
La perspectiva económica mundial se ha deteriorado enormemente desde la reunión del 2002 y la incertidumbre se ha convertido en la nota característica en casi todos los ámbitos.
Y la reconstrucción de la confianza en las instituciones, en las empresas, en los mercados, en los Gobiernos, en los liderazgos, aparece como una de las condiciones esenciales para que la economía del mundo vuelva a adquirir movimiento.
En el caso de México, ese tema de la reconstrucción de la confianza se ha vuelto crítico.
La confianza se ha deteriorado por múltiples razones y en los más diversos ámbitos.
Le pido que me acompañe en el siguiente recorrido.
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- Se ha deteriorado la confianza en el Presidente de la República. A pesar de que la caída de su popularidad se ha contenido, a poco más de 2 años de haber llegado al poder con el aura de la esperanza a su alrededor, hoy, cada vez menos gente espera que el primer presidente de un partido diferente al PRI en siete décadas logre concretar las ofertas que lo llevaron a ganar las elecciones.
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- Confiamos cada vez menos en un Poder Legislativo en el que existe la impresión de que hay una enorme incapacidad para ponerse de acuerdo en los temas esenciales para el País, deteniendo con ello cambios que dejan a México cada vez más rezagado frente a un mundo que sí está cambiando a gran velocidad.
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- En un año de muchas elecciones federales y locales confiamos cada vez menos en los partidos políticos. Percibimos que casi con independencia del color del partido, en realidad se convierte en instrumento para satisfacer las aspiraciones y deseos de poder de sus integrantes (al menos de algunos de ellos) y no como representantes de los intereses globales de la comunidad.
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- Tenemos cada vez más desconfianza de los aparatos de seguridad y de su capacidad para cumplir la tarea esencial del Estado, que es ofrecer seguridad a la vida y a las propiedades de quienes lo integramos. Medidas como la reciente desaparición de la FEADS parecen mostrar que no importa qué sea lo que se haga con ese tipo de instituciones, al final acaban contaminándose de la delincuencia.
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