Respira Miguel ganas de vivir

AutorImelda Robles

"Usted tiene unas ganas endemoniadas de vivir", le dijo sorprendido un médico a Miguel Yáñez Vázquez, vecino de Linares.

Y vaya que la frase no era exagerada: este hombre de 45 años ha desafiado todos los pronósticos médicos y expresa que ha vuelto a la vida en tres ocasiones.

Miguel fue diagnosticado en el 2003 con fibrosis pulmonar idiopática, enfermedad que cicatriza progresivamente los pulmones, por lo que cada vez es más difícil respirar.

La única esperanza era un trasplante de pulmón izquierdo... y se logró.

El 14 de abril del 2005, un día después de su cumpleaños 37, se convirtió en el segundo paciente trasplantado de este órgano en el Hospital Universitario.

Hoy, él es el mexicano que más tiempo ha vivido con un pulmón trasplantado. En unos meses serán nueve años.

Miguel recuerda a Goyita, a don Bernardino y a su tocayo Miguel, quienes también se sometieron al mismo trasplante en el Universitario, pero no vivieron más de cinco años.

"¡Yo les digo que mi Chuy (Jesucristo) todavía no me necesita!", exclama en su casa en la Colonia Jardines de Linares, junto a su esposa, Griselda Aldape, de 46 años. A veces es interrumpido por los gritos de sus cinco nietos que no dejan de correr.

Su recuperación sorprendió a los médicos. Él salió a los 20 días del hospital a diferencia de la primera paciente, quien permaneció meses internada y ya falleció.

Él ha vivido una situación excepcional porque a pesar de contar con pocos recursos su familia hizo hasta lo imposible por reunir los 350 mil pesos para el trasplante, indica el neumólogo Uriel Chavarría, quien lo diagnosticó en el 2003.

"No hay un antecedente en el País con trasplante de pulmón de alguien que tenga esa sobrevida. Internacionalmente sí, hay pacientes que llevan 20 años de trasplantados", dice el también coordinador médico del programa de trasplante pulmonar en el Universitario.

LAS BATALLAS

Hace un año, una neumonía lo tuvo internado 40 días en el Universitario. La línea entre la vida y la muerte era delgada.

"Una neumonía fulminante, de aquí me sacaron en ambulancia, estaba muy delicado, (duré) una semana inconsciente", dice Miguel.

"¡Después de muerto, oiga, y regresar todavía aquí (a mi casa) caminando!, o sea muerto, porque me dice el doctor: 'Ni yo me explico, Miguel, cómo te salvaste".

Fue la voluntad de Dios, enfatiza.

En el 2007 pasó por algo similar: sufrió un neumotórax en su pulmón derecho -el no trasplantado-, que es un acumulación de aire que ejerce presión en el órgano.

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