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Reserva ecológica del Pedregal: Un oasis en el Distrito Federal

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Vincent
AutorEdgar Anaya

México es ciudad de flora, fauna y naturaleza: ardillas, conejos, zorrillos, tlacuaches, ratones, tuzas, cacomixtles, murciélagos y alguna zorra despistada son animales que todavía viven en plena Ciudad de México.

Viven entre el Metro, el Periférico y la Avenida Insurgentes, junto a unidades habitacionales, fraccionamientos y centros comerciales; en fin, en plena urbanización.

Por esta y otras características, este rincón oasis del Distrito Federal es peculiar, interesante y sorprendentemente desconocido, aun para quienes viven junto a él, que no son pocos: es el último manchón importante del Pedregal llamado de San Angel, mar de roca negra como oleaje turbulento, privilegio y patrimonio de la capital del país.

La Ciudad de México, ciudad con todo, resumen del país, todavía conserva restos de una flora y fauna muy interesantes, por increíble que parezca.

Al vecino Lago de Texcoco, cada invierno llegan parvadas de aves migratorias, tan grandes algunas, como los pelícanos blancos.

En los 150 kilómetros de canales que se conservan en Xochimilco habitan animales únicos, como su variedad de ajolote, que no se encuentra en otro lugar del mundo. En la sierra del Ajusco se llega a ver huellas de venado, de lince e incluso de puma.

Es en esta cadena montañosa que cierra por su parte sur al Valle de México, donde se sitúa el "escultor" de El Pedregal de San Angel, obra de arte natural: el Volcán Xitle, que abrió su rugiente boca hace 2 mil años para vomitar tal cantidad de lava que llegó hasta lo que es ahora el barrio de Coyoacán.

Después de la explosión y el caos, la tranquilidad y la vida resurgieron de entre las cenizas, como en todo volcán.

Poco a poco, plantas y animales regresaron al área, cubierta ahora por 80 kilómetros cuadrados de lava convertida en roca, para guarecerse en ella. El verde se cubrió de ardiente rojo, que se tornó negro y nuevamente verde.

Desde el musgo y los líquenes adheridos a la roca hasta encinos de varios metros de altura; del diminuto ácaro a la zorra, la flora y fauna del Pedregal prosperó intacta durante siglos con, según se calcula, 350 especies de plantas superiores.

Hay además helechos, musgos y líquenes, más de 100 especies de aves, cerca de 40 de mamíferos, poco...

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