El renacer del gigante
| Autor | Gabriela Villegas |
Tras el colapso de la Compañía Fundidora de Hierro y Acero de Monterrey, hace 30 años, quedaron en medio de la Ciudad, ícono nacional del empuje industrial, los restos de la acerera: chimeneas, hornos, naves y otras estructuras.
El desolador paisaje fabril se transformó en un amplia área verde con la plantación de miles de árboles y un centro cultural con museos que fueron creciendo durante tres décadas en su interior hasta concretar el ahora Parque Fundidora.
PIRÁMIDES DEL NORTE
Los altos hornos donde se lograban fundir hasta 2 mil 500 toneladas diarias de acero son ahora las "pirámides" nacionales, considera Luis López, director del Museo del Acero Horno 3.
"Qué bueno que se pudieron restauran estos sitios porque son las pirámides de acero del norte del País, simbolizan el esfuerzo del regiomontano", expresa.
"Sigues teniendo a la gente muy interesada en el espacio porque es historia y porque la gente no quiere olvidar, así de sencillo, donde trabajaban sus papás o abuelos".
Tras la quiebra se perdieron estructuras importantes por dos motivos: el saqueo del espacio después de su cierre y el abandono. Sin embargo, se conservan 25 macropiezas y 127 piezas menores distribuidas en los jardines del parque. Estas piezas hicieron que el espacio fuera decretado Museo de Sitio de Arqueología Industrial en el 2001.
El gigante también revive con el Fondo Fundidora, que consta de 43 mil archivos protegidos en la Fototeca Nuevo León.
PULMÓN URBANO
"Tendrá Monterrey su Parque Central", así fue anunciado el proyecto urbano en 1998.
El parque cuenta con, aproximadamente, 70 hectáreas verdes, las cuales se han reducido con la creación de otros espacios o estacionamientos.
Aun así el parque ofrece una variedad de actividades culturales, musicales, deportivas y recreativas, por lo cual Cosijoopii Montero, presidente de Reforestación Extrema A.C., lo describe como una guía para aprender a administrar proyectos públicos.
"Parque Fundidora es un ejemplo de como un proyecto público, cuando está bien diseñado, se hace con base en la institucionalidad y es pensado en el largo plazo", dice Montero.
Al año, 6.5 millones de visitantes disfrutan del parque, lo que hace evidente la importante función del paseo.
Fernando López, arquitecto del Lago Aceración y la Grúa Portal, considera que aún hacen falta más parques similares al Fundidora.
"Se está saturando, este proyecto debe repetirse en otra parte de la Ciudad", dice, "ha superado lo que nos imaginamos y hay que...
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