Registro rechaza 'Adi'... ¡pero acepta 'Satana'!

AutorAndrea Menchaca

El que un matrimonio pida en una Oficialía del Registro Civil que su hijo reciba un nombre "diferente" puede resultar un problema, incluso, el encargado puede rechazar tajantemente la solicitud, como le sucedió a la regiomontana Sandra García y Emmanuel Buertey Tokoli, originario de Ghana.

La pareja quería para su bebé un nombre nada complejo, de sólo tres letras: Adi, que en la lengua de la tribu africana, donde el papá del niño tiene sus raíces, significa "guerrero".

Pero, ¿es tan estricto el criterio para aceptar o rechazar las propuestas de nombre para un hijo? No, cada Oficialía parece tener sus propias reglas... o ninguna.

Y es que mientras el nombre de Adi fue rechazado en la Oficialía No. 18 de la Colonia Burócratas Municipales, otros funcionarios sí han registrado a niños nuevoleoneses como Astro Adán, Astrovoy, Proceso, Tarzán y Circuncisión, y a niñas como Krisis Mundial, Pomposa, Plania, Luzbelina y Satana.

"Prácticamente, los padres de familia le pueden poner cualquier nombre que quieran a sus niños", señala Gilberto Treviño Aguirre, director del Registro Civil de Nuevo León.

"Cuando vienen y se registra a un niño entra el criterio del oficial. No está especificado por la Ley, pero si él cree que (el nombre) lo expone al ridículo es donde se invita a los papás a que reconsideren el nombre, pero actualmente no existe ningún mecanismo para impedirlo".

El matrimonio Tokoli García sabe lo que significa eso de "entra el criterio del oficial", pues han pasado por tal situación con sus dos hijos.

Desde que eran novios, Emmanuel le decía a Sandra que a su primera hija la llamarían Yannísared, que significa "tierra fértil".

Hace cuatro años nació su primogénita, pero se llevaron una sorpresa: en la Oficialía del Registro Civil no les aceptaron el nombre, tampoco en las oficinas centrales del Registro Civil de Nuevo León.

"Me dijeron que no era un nombre común, que no era un nombre mexicano", cuenta Sandra, vecina de la Colonia Nueva Aurora, en Guadalupe.

Un abogado les sugirió ir de oficialía en oficialía hasta que en una les aceptaran el nombre. Siguieron sus recomendaciones y en la ubicada en Burócratas Municipales pudieron registrar a su hija como Yannísared Adikié.

"La encargada de ese registro tenía un nombre muy particular también, muy raro, entonces ella me dijo: 'si yo me llamo igual de raro, por qué ella no se puede llamar así'. Y lo autorizó", cuenta Sandra.

La pareja mexicano-ghanesa fue perseverante porque en la cultura de...

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